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La verdadera historia del Señor Árbol

Algo cambió en la vida de Óscar Alfredo Hernández, un hombre de 72 años, cuando el 19 de septiembre de 2016 apareció su foto en la portada del periódico bajo el titular: «Con su dinero, el Señor Árbol planta más de tres mil ejemplares». 

En la imagen aparece junto al árbol número 327. Hoy suma, con registro fotográfico, anotados por ubicación y fecha en su libreta: mil 258 ejemplares. Oxígeno puro para la ciudad. 

Recuerdo que el día de la publicación llegó con el periódico a la recepción del diario, preguntó por Thamara, la reportera, y presentó su agradecimiento con una pequeña maceta. 

«Ustedes son mis padrinos por darme a conocer en la prensa escrita. Ustedes han sido mi brazo derecho», recuerda cinco años después. Esta semana vino a pedir permiso para sustituir un árbol seco en la calle Independencia, junto al diario. 

-Quiero recordar su historia en una columna -le comento. 

-Se me pone chinita la piel de agradecimiento. 

Los agradecidos, sin embargo, deberíamos ser cada uno de los habitantes de esta metrópoli. El Señor Árbol comenzó a sembrar árboles en la ciudad hace 35 años. Según sus cálculos, ha plantado más de seis mil. Sin embargo, hasta 2013 comenzó a llevar un registro puntual de cada uno, cuyo testigo plasma en su página de Facebook. 

Infancia es destino. A sus cinco años, su madre lo mandaba a plantar árboles al camellón frente a su casa junto a sus hermanos. Eso y una conciencia ambiental y voluntad inquebrantables lo han convertido en una leyenda urbana: «Lo que hago yo no es trabajo. Me han tildado de loco: cómo que hace eso y no le pagan».  

Después de aquella portada ha aparecido en revistas y otros medios. Guadalajara y Zapopan lo distinguieron con el Premio al Mérito Ambiental. El Congreso del Estado lo reconoció por su labor, Grupo Salinas lo nombró Ciudadano del Año 2019 y la Asociación Nacional de Parques Urbanos lo invitó a dar una ponencia en Yucatán, entre otras distinciones.   

Este año, un reportaje sonoro de Julio González sobre el Señor Árbol ganó el Premio Jalisco de Periodismo; también un documental de una productora tapatía independiente está detenido por falta de 200 mil pesos para la postproducción. 

Este año en que sumamos 64 días con episodios graves de mala calidad del aire en la Zona Metropolitana de Guadalajara, cuatro veces más que los acumulados el año pasado (ayer hubo otra precontingencia atmosférica).

El obsesivo control numérico y fotográfico de cada árbol, anotado a detalle por fecha y lugar en una libreta, tiene algo de impulso neurótico y esperanzador:  la búsqueda de un orden salvador para la ciudad. 

El Señor Árbol tiene un heredero: Bernabé Puentes, su ahijado de 16 años, que sigue sus pasos. 

«¿A qué vine?», se pregunta y él mismo se responde: «A sembrar árboles».

Y a predicar con el ejemplo, la más difícil de todas las profesiones. 

EN PERSPECTIVA. La historia del Señor Árbol es un regalo para la ciudad en estas fiestas y estos tiempos. Feliz Navidad y próspero Año Nuevo. Nos leemos en enero. 

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