La paridad no basta
El 17 de octubre se cumplieron 67 años del derecho al voto de las mujeres en México y con ello nuestro primer reconocimiento en la vida pública que ha traído consigo varios esfuerzos por la representación de las mujeres en el ámbito político. Otro de los logros más significativos son las cuotas de género en las postulaciones a cargos de elección popular impulsadas en 1993. Estos avances se ven reflejados en la composición de las cámaras legislativas: En el 2000 sólo el 15.6% del Senado y 16.8% de la Cámara de Diputados eran mujeres. En contraste, el periodo actual cuenta con 49.2% y 48.2% respectivamente.
Reconozco que la paridad es básica para equilibrar el acceso a puestos de toma de decisiones, pero quiero señalar que no basta con ocupar curules. Coincido con la diputada Martha Tagle “necesitamos que las mujeres en el poder tengan poder”.
Un ejemplo claro son las declaraciones de hace unos días por parte de Olga Sánchez Cordero, quien acusó la misoginia que ha vivido en las reuniones de seguridad, donde sus compañeros varones ignoran sus aportaciones y descalifican sus opiniones. Pese a que el presidente López Obrador se jacte de tener un gabinete paritario, los estereotipos siguen presentes. Además de llegar, las mujeres con cargos públicos tienen que enfrentar los prejuicios sobre su capacidad.
Es inaceptable que se ignore la perspectiva de género en temas de seguridad en un país donde cada día recrudece la violencia machista, los casos de feminicidios y desapariciones forzadas van en aumento y las soluciones no alcanzan. Deben tomarse en cuenta las experiencias y conocimiento de las mujeres, asegurar espacios efectivos de toma de decisión para realmente consolidarnos como agentes capaces de incidir sobre nuestra propia realidad.
Sin duda hemos logrado avances significativos en materia de igualdad, pero el camino es largo y nos falta derribar los obstáculos que persisten. Con todo lo que nos implica, seguiremos. Sabemos que nuestra lucha va más allá de transformar la realidad inmediata porque aspiramos a dejar un mundo más justo y libre para las mujeres que vienen, vamos a garantizar a las futuras generaciones su derecho a ejercer el poder.
Estamos juntas y fuertes.