La oposición se desgasta
A casi un mes de comenzar el primer periodo ordinario de la nueva legislatura en la Cámara de Diputados, apenas se empiezan a definir a los integrantes de las diversas comisiones.
A pesar de los reiterados discursos que señalan que dicho bloque va a mantenerse unido, crecen los signos que señalan que lograr que el PRI, el PAN y el PRD se muevan en la misma dirección va a ser bastante complicado.
Pero, quizás el tema más importante no tenga que ver con la unidad de estas fuerzas políticas en el marco del Congreso de la Unión sino en la posibilidad de ir aliados, respaldando a un candidato único a la presidencia de la República en el 2024.
En este espacio le he insistido que la única posibilidad de qué exista una real competencia en las próximas elecciones presidenciales radica en que pueda haber esencialmente solo dos candidatos.
En el caso de Morena, los suspirantes ya han levantado la mano y varios ya están construyendo su candidatura.
Todos los indicios apuntan claramente a que las preferencias del presidente López Obrador son por la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum.Pero, incluso si hubiese que optar por otra persona, Morena tiene una reserva de la cual pueden surgir candidatos.
El problema para la oposición es la construcción de una candidatura que deje satisfechos a tirios y troyanos, es decir, a las cuatro fuerzas políticas que eventualmente deberían respaldar a una persona para convertirse en un candidato o candidata competitivo.
Los dos únicos casos en los que ya ha existido la manifestación de interés por convertirse en aspirantes presidenciales son Ricardo Anaya y Enrique de la Madrid no serían fáciles de digerir para el conjunto de las fuerzas políticas.
Se ve muy complicado que el PRI eventualmente pudiera respaldar a Anaya y no parece sencillo que el PAN o Movimiento Ciudadano pudiera apoyar a Enrique de la Madrid.
En casos como el del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, aunque su nombre se ha manejado en diversas ocasiones, siempre ha existido la negativa y ha aparecido el discurso usual de que el único interés es Jalisco.
Todo mundo sabe que se trata de un teatro. El problema es que si realmente quiere participar, puede quedarse fuera de la jugada por no lanzarse a tiempo.
Claro que siempre existe la posibilidad de que se presente un proceso político inédito.
Ocurrió en 1988. Fue realmente en los últimos meses de la campaña del candidato del extinto PARM, cuando Cuauhtémoc Cárdenas logró generar un movimiento de alcances nacionales que lo convirtió en un fenómeno político.
Pero, se trató de una circunstancia que no se ha repetido. No es imposible que un candidato de última hora emerja, pero sí es improbable.
Así que, en la medida que los meses transcurran sin que aparezcan en el escaparate personajes que puedan convocar a una amplia coalición de partidos y electores, Morena eleva sus posibilidades de volver a ganar la elección presidencial así como las dos Cámaras del Congreso.