La nota que guardaba el ex edil de Ixtlahuacán
El ex alcalde reelecto del municipio metropolitano de Ixtlahuacán de los Membrillos, que gobernó los trienios 2015-2018 y 2018-2021, Eduardo Cervantes Aguilar, de 56 años de edad, subió el miércoles a su auto sedan Toyota Yaris, de mezclilla y tenis, y se dirigió a las afueras del Mercado de Artesanías, sobre la carretera Guadalajara-Chapala.
Ahí se había quedado de ver pasadas las cinco de la tarde con un abogado de nombre Luis Javier Ramírez López, de 33 años, quien llegó a bordo de un auto Camaro rojo, con placas de Chiapas. El litigante bajó de su auto y subió al del ex edil al lugar del copiloto. Ahí estaban conversando cuando sobrevino la mortal agresión. Un sujeto se acercó y les disparó en siete ocasiones con una pistola 9mm para luego huir. Cervantes quedó muerto en el asiento, mientras Ramírez malherido llegó hasta su coche.
En el auto del ex alcalde encontraron contratos de arrendamiento y documentos de juzgados. Además de sus identificaciones, un billete de 100 dólares y 800 pesos, portaba un recorte periodístico de una nota en la que el empresario Raymundo Ramos García denunció por amenazas y daños patrimoniales en 2010 al entonces alcalde de Ixtlahuacán, Carlos Méndez Gutiérrez, de quien el hoy occiso fue su secretario general en el Ayuntamiento.
El denunciante Ramos García tuvo un paso fugaz de dos meses por el ayuntamiento de Ixtlahuacán, como jefe de compras, y renunció argumentando que no lo dejaban trabajar, mientras que su jefe Méndez le reprochaba haberse ido al convencerse que el Gobierno municipal no “era un negocio”.
“Lo demandan por amenazas” es el título de la nota publicada en un diario local, y que portaba el ex presidente municipal doblada en su cartera. El empresario Ramos García, quien en esa nota muestra la denuncia penal 4101/2010 en la que culpa al alcalde Méndez de amenazas de muerte, de una deuda de 3 millones de pesos, y un robo de 90 mil pesos de un negocio familiar que además le incendiaron, fue el candidato de Morena a la alcaldía de Ixtlahuacán en el pasado proceso electoral, que perdió ante el priista José Heriberto García Murillo, impulsado por el alcalde saliente asesinado ayer.
El ataque mortal de ayer al ex alcalde de Ixtlahuacán recordó el caso de abuso de su Policía contra el joven Giovanni al que causaron la muerte en mayo del 2020, y que un mes después causó toda una crisis política en el Estado. El alcalde siempre minimizó el caso y sostenía que por ningún motivo eso lo tenía que hacer separarse del cargo. No fue la única vez que estuvo en el ojo del huracán. En el 2017, por ejemplo, estuvo doce horas retenido en la Fiscalía estatal por las investigaciones para tratar de esclarecer la desaparición de su primer comisario de seguridad pública. No se le encontró ninguna vinculación pero también Otilia Díaz, una candidata que le disputó la alcaldía, lo denunció también por amenazas de muerte. A esas y otras denuncias se refirió ayer el fiscal Joaquín Méndez, al señalar que investigan si el homicidio pudiera estar relacionado con las carpetas de investigación en las que aparece, entre las que podrían estar estos y otros casos.