La memoria del dolor
Nos enfrentamos a grandes paradojas. Y esas paradojas no pueden ser articuladas. Ha surgido en las redes, después de las reacciones en México al movimiento #MeToo, el hashtag #DenunciaSíLinchamientoNo.
Voy por partes, el movimiento #MeToo en México a diferencia de Estados Unidos -surgido en la marquesina hollywoodense- se enfrenta a otros contextos sociales y, digamos, artísticos. Para empezar, en nuestro país la impartición de la justicia ante la violencia contra las mujeres tiene un rezago enorme. Ha habido ¿indiferencia?, ¿desinterés? de las autoridades ante enormes fenómenos -conocidos internacionalmente- como “Las Muertas de Juárez”. ¿Se acuerda usted?
Yo sí me acuerdo… Jovencitas de 15 y 22 años. Me acuerdo cómo la comunidad europea lo “cacareaba” en prensa, armando foros y debates. Y en México, las madres de las hijas desaparecidas tenían que huir porque vivían amenazadas. Hasta películas hicieron, pero nunca resolvieron los casos. Menciono esto porque digamos que puede servir de referencia, al hablar de un país y de otro.
Es decir, no es lo mismo el #MeToo actrices hollywoodenses, que el #MeToo ya llegué a México. No es lo mismo. No es.
Además, la ola de violencia de los últimos años en México ha rebasado en realismo macabro. La deuda social con las mujeres es enorme. Y esto nadie puede negarlo, ninguna escala social.
Y bueno… obviamente una comunidad tan vulnerada, a la cual pertenezco porque soy mujer, abraza con esperanza (como es mi caso) o por desesperanza el hashtag #MeTooMX y confiesa su vivencia y señala a su agresor -¡cosa inédita!- y hay quienes lo hacen -y lo hicieron ya- de manera anónima.
Las redes sociales empoderan. Lo dijo Umberto Eco. Esto de denunciar de manera anónima… Resulta muy peligroso, porque corresponde o parece corresponder más a una carga emotiva, que a un hecho malintencionado, pensando en positivo, pero es específicamente bajo la luz de la emotividad que es juzgado por miles de personas. Sea cierto o no. Y ahí todos corremos peligro.
Ojo. Es importantísimo que se genere un mecanismo seguro para quienes denuncien ante el Estado, es menester que así sea.
Y no justifico ninguna agresión a hombre alguno y tampoco justifico denuncias anónimas a personas inocentes que a su vez, se vuelven víctimas.
El lamentable suicidio de Armando Vega Gil ha cimbrado a la comunidad musical y creativa de México. Encuentro en compañeros muy cercanos conmoción, espasmo. No se puede ordenar lo que se siente porque no se entiende.
Es inadecuado y de mal gusto utilizar las redes sociales para enjuiciar al fundador de Botellita de Jerez. Yo lamento su muerte, mucho. Lamento el contexto, me duele su familia, mis amigos que lloran a su amigo. Me duele vernos. A todos. Prefiero entenderlo, a que mañana en la incomprensión alguien lo haga película. De verdad.