Ideas

La idea de Trump y el ejemplo de Petro, ¿en México?

El presidente de Colombia “no se anda por las ramas”. Ante el ataque con drones a militares por parte de una facción de disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el mandatario ordenó bombardear las posiciones guerrilleras. Gustavo Petro escribió en las redes sociales que la agresión “nos obliga por principio de proporcionalidad a bombardear sus fuerzas”, con un mensaje muy claro a su ejército, “venzan la codicia y hagan la paz por el pueblo colombiano”.

La respuesta del gobierno colombiano -”ojo por ojo, diente por diente”- para muchas personas, una reacción radical, para otros simplemente el único camino para exterminar a los disidentes.

Esto nos hace recordar lo externado por el expresidente Donald Trump en diferentes épocas. El 11 de noviembre de 2019 -durante una entrevista de radio- ofreció mandar al ejército de Estados Unidos a México “para borrar de la faz de la tierra” al crimen organizado; en el 2020, cuando a su secretario de Defensa, Mark Esper, le planteó la posibilidad de “lanzar misiles a México para destruir los laboratorios de droga” y de paso hacer a un lado a los cabecillas del narcotráfico. Y recientemente, el pasado 24 de julio, Trump -ya en plena campaña presidencial- aseguró, que en caso de llegar nuevamente a la Casa Blanca, tiene un plan para bombardear a los narcotraficantes en México, porque en su opinión la delincuencia “tiene paralizada a las autoridades mexicanas y también pueden tirar a un presidente” y lo que hace el gobierno en nuestro país, “es insuficiente”.

Y esta radical idea de “invasión militar” o “ataques dirigidos” no es solo existe en la mente de Trump. Varios legisladores -en el Senado como en la Cámara de Representantes- apoyan la propuesta, como lo hizo el 14 de marzo de 2023 el representante del Distrito 2 de Texas, Dan Crenshaw, quien presentó la iniciativa al pleno para autorizar al presidente Joe Biden a envidiar miliares a México para combatir a los cárteles Jalisco Nueva Generación y al de Sinaloa, para “cortar de tajo” el tráfico de fentanilo.

Estas ideas absurdas -no la de Petro que la usa como un recurso de respuesta ante los ataques a militares y a la población civil por parte de la guerrilla- se ven como alejadas de una realidad en la que pudiéramos vernos involucrados, pero ante una mente “convulsionada” como la de Trump -que muchas las califican solo como posturas de campaña- y con una posibilidad bastante real de regresar a la Oficina Oval, habrá que estar al pendiente de que cometa otra de sus “locuras”.

¿Usted, qué opina?

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