La dupla mafiosa: policías viales y gruyeros
Si partimos de que el Artículo 2 de la Ley contra la Delincuencia Organizada señala que “cuando tres o más personas se organicen de hecho para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o unidas a otras tienen como fin o resultado cometer alguno o algunos de los delitos siguientes, serán sancionadas por ese solo hecho, como miembros de la delincuencia organizada” y en el catálogo delincuencial que aparece en el primero de los seis apartados del mismo artículo están “las operaciones con recursos de procedencia ilícita”, bien podríamos decir que la actividad delictiva de la dupla mafiosa policías viales-gruyeros podría encuadrar en esta categoría.
Y es que claramente hay una planeación delictiva entre el prepotente y extorsionador agente de la Policía Vial de la Secretaría de Seguridad del Gobierno estatal (que difícilmente puede actuar solo y sin complicidades dentro de esa dependencia y la que opera los corralones), los choferes de las grúas y sus dueños, que el fin de semana fueron nuevamente denunciados luego de ser captados en videograbaciones en los teléfonos celulares de los ciudadanos víctimas de sus atracos en las inmediaciones de una plaza comercial de la Avenida México. Con el pretexto de la raya amarilla, en una calle muy poco transitada, este mal servidor público hizo su agosto subiendo autos en varias grúas, como si fuera ladrón, ya que nunca expidió las infracciones correspondientes, y poder extorsionar así hasta con cuatro mil 500 pesos a los incautos automovilistas que habían incurrido en esa falta cuya multa legal no llega a 100 pesos.
El modus operandi es muy similar al que ya se había denunciado desde junio pasado, que implementaba otro agente motorizado corrupto de la Policía Vial en la zona de Chapalita. Como nunca se le sancionó, el abuso y toda la mafia que hace operar esta muy rentable corruptela en detrimento de cientos de automovilistas quedó impune. Por eso el abuso se volvió a repetir.
Esta vez, las autoridades viales aseguran que ya tienen identificado al agente abusivo, por lo que habrá que ver cómo proceden para cumplir su obligación de que esto no se repita ni quede, como ya pasó, en la impunidad.
Incluso a la luz de la propia Ley contra la Delincuencia Organizada el caso también podría ser atraído por la Fiscalía federal para buscar aplicar el Artículo 4 que señala que “sin perjuicio de las penas que correspondan por el delito o delitos que se cometan, al miembro de la delincuencia organizada se le aplicarán las penas” de ocho a 16 años de prisión y de 500 a 25 mil días de multa si son funcionarios públicos, y cuatro a ocho años de prisión y de 250 a 12 mil 500 días de multa a los que no lo sean, en este caso los gruyeros cómplices.
El punto es ir, de una vez por todas, hasta el fondo de esta trama de corrupción para erradicarla.
jbarrera4r@gmail.com