La despedida, ¡gracias!
Una profesora una vez me dijo “uno no sabe lo que piensa hasta que lo escribe”. Conforme las ideas se convierten en párrafos y oraciones el desorden del ático mental se va estructurando. No puedo estar más de acuerdo con mi profesora. Para mí, “Políticas culturales bajo la lupa” se convirtió en un espacio de reflexión donde me cuestioné, deliberé conmigo misma y me encontré.
Por ello, me pasa tanto despedirla. Hoy, 10 meses después de hacer la primera entrega, escribo mi última columna. En el camino recorrido, hemos hablado de las distintas propuestas de los candidatos a elecciones presidenciales y de los debates que se suscitaron. Hablamos también del mal uso que se hace de este ámbito para posicionarse políticamente; de la importancia de la representación en los museos; de lo frágil de nuestra memoria material cuando todo se puede perder entre llamas en una sola noche. De cómo nuestra vida se dibuja y desdibuja en torno a la cultura y las diferentes formas en que las políticas públicas pueden ayudar a esbozar un mejor futuro para todos.
Este camino que empezó con la idea de informar al lector en los meses previos a las elecciones termina pertinentemente con el nombramiento de la secretaria de cultura de Jalisco: Giovana Jaspersen, tapatía con formación en gestión y restauración que se ha desempeñado con éxito como directora del museo Palacio Cantón en Mérida. Fue una elección que iba contra todo lo especulado, incluso por mí. Un puesto que se pensó podría ser ofrecido para el grupo de la Universidad de Guadalajara, finalmente quedó en manos de Jaspersen. Justo por eso creo que fue una decisión acertada: al no tener compromisos con un grupo u otro, la nueva secretaria podría tener más libertad de ejecutar su proyecto estatal.
Sin más, estoy muy agradecida con EL INFORMADOR por abrir un espacio para pensar y re pensar la cultura desde lo político. Aquí, pude hablar de las implicaciones sociales que tienen las decisiones institucionales en nuestra vida; acerca de cómo la cultura se desborda de los límites marcados por las leyes y va más allá de lo contenido en los museos y colecciones.
Agradecida también con quienes me leyeron. Espero que leer estas líneas haya tenido la misma utilidad que para mí escribirlas; que este espacio haya servido para informar pero también para aportar un punto de vista distinto y tener un panorama más amplio de las políticas culturales.
Soy creyente de que se pueden impulsar grandes cambios desde la cultura. Seguiré trabajando en ello desde nuevas trincheras. ¡Gracias!