La despedida de un Gigante
Y llegó el final, el último disparo para el gran Sergio Francisco Romo, lanzador derecho de relevo corto quien vistió por última ocasión el uniforme de un equipo de las Grandes Ligas, en este caso el de la novena que lo hizo debutar allá por 2008 y con el cual jugó durante nueve temporadas, habiéndose entregado apasionadamente, cumpliendo de forma sobrada con el mejor desempeño posible en las oportunidades que tuvo para lucir, para brillar como un as de relevo corto y el cerrojo, siendo el único lanzador mexicano con tres anillos de campeón de Serie Mundial, obtenidos en los años 2010, 2012, y 2014 jugando precisamente con los Gigantes de San Francisco, ahí, en el Oracle Park, que lo ovacionó desde el momento en que salió del dugout rumbo al bullpen para calentar y posteriormente durante varias ocasiones en que la gente lo esperaba coreando su nombre en cánticos desde prácticamente todas las zonas del estadio y pidiéndole al manager Gabe Kapler que ya lo ingresara para ver por última ocasión a su ídolo.
Y así fue como en la sexta entrada y con un marcador apabullante en contra de su novena, vino Sergio Romo a la loma, y el camino que le habrá parecido corto entre el bullpen y el centro del diamante lo hizo acompañado de la canción de “El Mechón”, mientras el público coreaba la famosa canción de la que deviene el apodo que desde hace muchos años le sigue; música sinaloense con la que se siente identificado el astro mexicano, ese que lleva tatuados los colores de la patria y que ha defendido la franela de nuestra nación en muchos torneos internacionales del máximo nivel, haciéndolo siempre con gallardía y honor, buscando invariablemente lo mejor para el equipo nacional mexicano del que ha formado parte orgullosamente, aunque en México se le desprecia por la Liga Mexicana del Pacífico, en donde se ha desempeñado jugando para Charros de Jalisco, equipo al que ayudó a ser campeón en 2018 y al que dejó en sus entrañas una profunda huella entre la afición que también seguramente lo espera y lo seguirá esperando, aunque la directiva del conjunto jaliscienses no lo vea así, ya que simplemente para Charros no fue de interés en la campaña 2021-2022 ni en la 2022-2023 (o sea las últimas dos, bajo la égida de la nueva directiva que recién tomó las riendas del equipo albiceleste).
Una Liga Mexicana del Pacífico para la que Romo no es mexicano sino extranjero, a pesar de los derechos constitucionales del serpentinero y de la forma en que ha abrazado su amor por esta nación y de la cual es nacional por sus padres mexicanos con raíces en Ameca y Jalostotitlán.
Y Sergio hace algunos años pasó de su primer equipo, los Gigantes, a los Dodgers de Los Ángeles, y posteriormente un peregrinar que lo llevó a jugar con Marlines de Florida, Mantarrayas de Tampa Bay, Mellizos de Minnesota, Marineros de Seattle, Atléticos de Oakland, Azulejos de Toronto y en todos ellos pudo dejar la semilla de los valores con los que se alimenta el rey de los deportes; la honestidad y la entrega apasionada desempeñando su labor en el montículo, siempre dándolo todo hasta el último aliento en pos de lo mejor para su equipo en turno.
En su última aventura, el año pasado en que muy poco se le pudo ver lanzar en Grandes Ligas, con una temporada interesante en el beisbol veraniego en México jugando para Acereros del Norte en Monclova, vino la gran llamada, la que le hicieron los directivos de su querido equipo los Gigantes, que lo invitaron a participar y le ofrecieron un contrato en Ligas Menores con el objetivo cumplido el pasado lunes 27 de marzo de 2023, fecha que quedará grabada en el corazón de sus fans y sobre todo del propio Sergio Romo y su familia, cuando por última ocasión lanzó uniformado con la franela negro y naranja del equipo de la bahía de San Francisco.
Vitoreado por la gente, aplaudido, emocionado hasta las lágrimas, pero satisfecho de la labor realizada, así se fue “El Mechón” a seguir disfrutando del juego de pelota desde otra perspectiva. Vamos a ver qué planes hay para él, que en tanto disfrutará de su familia y del golf, que es su otra pasión.
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