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La costosa pensión de AMLO

La pensión de cuatro mil 800 pesos bimestrales que cobra Andrés Manuel López Obrador como adulto mayor es poco dinero, pero nos cuesta mucho. 

El Presidente confirmó que desde el año pasado es beneficiario del programa de apoyo a adultos mayores que impulsa su Gobierno a través de la Secretaría de Bienestar. 

López Obrador justificó que su programa es universal por lo que, como ha dicho antes, podría cobrar su pensión hasta Carlos Slim, el hombre más rico de México. 

Este es el programa social más ambicioso de AMLO. Beneficia a más de 11 millones de adultos mayores con una inversión que se ha duplicado en el sexenio. De hecho llega a ocho de cada 10 mayores de 65 años en el país, según el último dato del Gobierno federal. 

Sin embargo, considero un error colgarle la etiqueta de universal -que ya vimos que aún no lo es- cuando los recursos son limitados y hay adultos mayores que no lo necesitan.    

Aquí entra el concepto de eficiencia y priorización del gasto para implementar una política pública.  

Max Jaramillo-Molina, economista y coordinador del Observatorio de Desigualdades de la UdeG, ha publicado ensayos que demuestran que los programas sociales de AMLO aumentan la desigualdad al no estar focalizados en apoyar sólo a los más pobres. 

El también doctor en Sociología compartió en sus redes un análisis del primer trimestre de este año de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi. Los resultados arrojan una tendencia que se ha repetido todo el sexenio: “Los más ricos reciben más programas, y los más pobres reciben menos”. 

Por ejemplo, con Peña Nieto el 68% de los hogares más pobres recibía al menos una transferencia de un programa social. Con AMLO esa cifra disminuyó al 54%. Resulta una paradoja porque más mexicanos reciben dinero del Gobierno, pero los más pobres reciben menos que antes. En otras palabras, el Gobierno gasta más, pero también de manera menos eficiente y focalizada. 

Una política falsamente “universal” en un país con recursos limitados tiene un alto costo. El Presidente no necesita cuatro mil 800 pesos al mes. En cambio, hay adultos mayores y otros sectores vulnerables que sí necesitan ese dinero. 

jonathan.lomelí@informador.com.mx

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