La batalla por el INE
Guadalupe Taddei cumple cuatro meses como presidenta del INE. Su arribo, junto con otros tres nuevos integrantes de los 11 que componen el consejo general, estuvo precedido de sombríos pronósticos por su cercanía, y de al menos otro de los recién nombrados, al lopezobradorismo.
En su periodo se han dado al menos tres episodios políticos que denotan una clara intención de la presidenta Taddei por acercarse al Gobierno federal y su partido, pero también la recomposición de fuerzas al interior del Consejo.
Recién nombrada, Taddei tramitó la inmediata visita del entonces secretario de Gobernación Adán Augusto López; luego el Consejo visitaría al Presidente en Palacio y, la semana pasada, abrieron sus puertas a gobernadores del oficialismo (la invitación fue a todos; volveré al tema).
El secretario de Gobernación es historia así que enfoquémonos en las reuniones del Instituto Nacional Electoral con AMLO y con mandatarios estatales.
Ningún intercambio de opiniones entre el INE y gobernantes debiera provocar suspicacias. Pero para que tales reuniones sean pertinentes, deben darse al menos dos condiciones: que sean republicanas y que lo ahí hablado resulte útil en términos democráticos.
En la reunión con el Presidente hubo, venturosamente, un intercambio de opiniones. Consejeras y consejeros pudieron fijar postura sobre la independencia del INE y las responsabilidades del Gobierno. Y el titular del Ejecutivo les dio una mini mañanera defendiendo su postura.
Mas ese encuentro comienza a parecer inútil -y no “productivo” y “exitoso” como dijeron las y los consejeros al salir de Palacio- dadas las burlas a la ley que perpetra AMLO, como el miércoles, cuando llegó al extremo de difundir encuestas a favor de Morena.
Esa nueva intervención de López Obrador en el proceso electoral ocurrió 24 horas después de que varias y varios gobernadores de Morena fueron al INE a regañar a las y los consejeros. Sí, regañar, porque a diferencia de lo ocurrido en Palacio Nacional en junio 13, la presidenta Taddei no permitió a las y los consejeros reponer o comentar las advertencias recibidas.
Retomo lo apuntado arriba: a esa reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores fueron invitadas todas las y los ejecutivos estatales. ¿Por qué gobernantes panistas, priistas y emecistas no fueron? ¿Por qué dejan al INE en una encerrona (nunca mejor dicho) con puro morenista?
Como la invitación fue para firmar un convenio con gobernantes de todos los estados, en el INE se pensó que los consejeros no hablaran, para que entre intervenciones de ejecutivos estatales e integrantes del INE no se eternizara la junta. Salvo que lo que programado sucedió sólo parcialmente.
El INE abogó a favor de los presupuestos de los órganos electorales locales, de que se otorgue ayuda con la seguridad, de que haya diálogo. Se habló algo de eso, pero la nota fue que el presidente de la Conago, el oaxaqueño Salomón Jara, y el líder del Consejo Nacional de Morena, el mandatario sonorense Alfonso Durazo, dieron sermones a las consejeras y consejeras sobre los derechos de… AMLO, sí, de un actor que debería ser ajeno al proceso electoral. Les advirtieron que no se pasen con el Presidente.
Cuando algunos integrantes del INE quisieron comentar lo dicho por Jara y Durazo, la presidenta Taddei levantó la sesión. Ni la réplica permitió.
Por actitudes como esa, Taddei ha galvanizado el compromiso de consejeras y consejeros que priorizan la independencia del árbitro electoral y la realización de los comicios de 2024 con todas las de la ley. Esa es la batalla que se libra en el INE, una en donde en cada sesión se jugarán avances o retrocesos.