La Fiscalía de Desaparecidos vista desde adentro
Platiqué durante dos horas con Marely, policía investigadora de la Fiscalía de Desaparecidos de Jalisco hasta hace tres semanas.
Quiero compartir su testimonio para traer a la luz una visión que nos permita comprender qué ocurre allá adentro.
Marely trabajó en labores de inteligencia criminal de la Policía Federal hasta que hace cinco años llegó a la Fiscalía del Estado de Jalisco en donde pasó por las áreas de Inteligencia, Prevención del Delito, Policía Cibernética y finalmente la adscribieron a la Fiscalía de Desaparecidos hace medio año.
Uso su nombre real con su consentimiento y porque así me lo pidió, pues ya no tiene esperanzas de regresar. “Los logros te los dan a conocer, pero no las deficiencias”, me dijo. Veamos.
Primero, la saturación. En la Fiscalía de Desaparecidos hay 9 grupos de policías investigadores con tres o cuatro elementos, pero de esos uno o dos están desarmados, por lo que no pueden salir a campo. Cada grupo tiene a su cargo de 900 a mil carpetas de investigación. Por simple matemática, las cifras no dan para atenderlas todas en guardias de 24 por 24 horas. En varias recomendaciones, Derechos Humanos Jalisco lo ha evidenciado: la Fiscalía opera rebasada. “Las cifras de denuncias son escalofriantes”, comenta Marely.
Se añade otra traba: los policías investigadores, según Marely, no pueden salir a campo sin la compañía de un Ministerio Público. Dependen, pues, de la disponibilidad del fiscal a cargo. Se trata de una condena burocrática a la parálisis.
Otra situación aún más alarmante es la deficiente labor de inteligencia. Cada grupo tiene apenas una computadora, por lo que no realizan investigación de gabinete, es decir, labor de escritorio para procesar información. Salen a la calle sólo con una entrevista o una denuncia por comparecencia: “No tienen un mapeo de cuántas carpetas de investigación están relacionadas; tiene que venir la familia de la víctima a decirte”, ejemplifica Marely.
Tampoco tienen acceso a bases de datos y plataformas para elaborar fichas de identidad, rastrear propiedades, residencias, vínculos familiares y otras labores de inteligencia. “Existe toda la información del mundo, pero no la usas para cruzarla”.
¿Entonces cuál es la solución? En opinión de Marely, el análisis de información, el cruce de datos y la comunicación entre áreas “podría mejorar muchísimo” el trabajo de la Fiscalía.
Tras un operativo de inteligencia, el viernes la Fiscalía de Desaparecidos localizó a Gibrán Barrios Casillas, un caso altamente mediático y una prueba de que, cuando hay voluntad, existe la capacidad para atender con éxito un caso.
Sin embargo, en la gran mayoría de las desapariciones, no existe una búsqueda exhaustiva con todos los recursos necesarios: “No hay como tal una labor de investigación. Cuando pasan hechos de alto impacto, mediáticos, sólo ahí sí nos mandan”.