La FIL es de todos
La FIL es de los escritores que, tímidos como son, se escabullen y se presentan orgullosos sólo hasta el día de su evento, durante la semana se quedan de ver con sus amigos en las cantinas más icónicas de la ciudad y toman el café donde siempre lo han tomado a lo largo de treinta y tantos años que tiene la feria realizándose. La feria es de los estudiantes a los que los expositores tanto padecen el día en que se abre la primera mañana a la estampida juvenil y el estruendo se apodera del recinto. La FIL es de los periodistas y su eterna curiosidad, su incansable forma de vivir en la que están en una especie de estado de alerta cachando con antenas todo lo que sucede a su alrededor. La feria es de los editores, son siempre locales sin serlo, abren las puertas de sus casas (editoriales) y nos reciben generosamente a todos nosotros mortales. La FIL es de las familias tapatías que año con año pasean por ahí entre grandes títulos y buscan que sus niños encuentren algún libro con el que se puedan enganchar al hábito de la lectura. Los ilustradores también son de la FIL, cuando llegan y dan cátedra de su trabajo, no es que entendamos mejor la lectura, es que encontramos que en ocasiones hacen un gran equipo juntos. La FIL es de los actores, quienes personifican y vivifican diversos textos y los llevan a su espacio, el teatro, que oficialmente recibe a todo su particular público en los distintos recintos de la ciudad. La música y las artes escénicas han tenido desde siempre un espacio para y con los artistas escénicos locales e invitados, el foro FIL ha sido testigo de cánticos y noches que quedaron en la memoria colectiva del público tapatío. La feria es de los que compran sus regalos navideños y se quitan de broncas desde la última semana de noviembre, de maestros que llevan a sus alumnos predilectos a dar la vuelta y a comprar junto con ellos los títulos que se deberán leer durante el siguiente año, la FIL es de quien no dice que va y acude religiosamente, de quien la critica, de quien la celebra y de quien posa para quedar bien porque la FIL es el evento del año en casa.
No hay ningún evento en Jalisco que reúna tantos perfiles, tantas voluntades políticas locales y nacionales como la Fil. La FIL es -hasta- de los políticos, quienes preocupados porque les pregunten por sus títulos preferidos “estudian” ya antes de asistir. Son ellos, los mismos políticos que han tratado a la feria como si se tratara de un mitin partidista aunque el arte por supuesto sea en verdad mucho más que eso, sea política pura. Las letras y el impacto de ellas son el verdadero sentido y motivo de la FIL, las letras no necesitan de grandes recintos ni de eventos fastuosos, necesitan silencio para poderse saborear e interiorizar. Pero la FIL no es sólo un evento de literatura, es un evento de amigos, de coincidencias, de industria editorial. La FIL pasará eventualmente de manos y quizá cambien ciertos objetivos y propósitos de la misma, pero estoy segura que la FIL tendrá siempre claro que a quien debe rendirse es ante el arte, ante la literatura, no a la política y mucho menos a sus políticos locales.
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@argelinapanyvina