La “Coral” es la “Coral”
De entrada (disculpas anticipadas por la involuntaria rima), una rotunda perogrullada: la “Coral” es la “Coral”...
Invariablemente gusta, conmueve, emociona y aun entusiasma, al margen de la calidad de los elencos -solistas, coro, orquesta, director...- y del nivel que éstos alcancen en la interpretación. Sucedió así, según señalaron los críticos y consignan los historiadores, desde el estreno de la obra, el 7 de mayo de 1824: sólo hubo dos ensayos, muchos músicos nunca habían tocado juntos y la presencia del autor -Ludwig van Beethoven, completamente sordo desde hacía varios años- en el escenario, junto al atril del director, fue más un elemento distractor que un apoyo.
En el caso de la versión con que se inauguró la XXVII edición del Festival Internacional de Mayo en Guadalajara, la noche del martes, con sala absolutamente llena, en el Teatro Degollado, los discursos del director general y fundador del Festival, Sergio Alejandro Matos, y de representantes de las autoridades civiles, más un documental pretendidamente didáctico acerca de la obra, más la disposición del escenario y el ingreso de los músicos, consumieron una hora.
Si la Orquesta Filarmónica de Jalisco y su identificación con su actual director artístico, José Luis Castillo, así como la solvencia del Coro Municipal de Zapopan, probada con el Requiem de Mozart en la reciente Primera Temporada 2024 del ensamble, eran casi una garantía, la gran incógnita se centraba en la calidad de los solistas...
La soprano georgiana Sophia Gordeladze, la mezzosoprano franco-canadiense Nora Sourouzian, el tenor danés Peter Lodahl y el bajo ruso-estadounidense Gregory Soloviov, con extensa trayectoria internacional todos ellos, lograron, a despecho de sus limitaciones -el fiato y las insuficiencias del tenor en el registro grave en su primera intervención, por ejemplo-, más ellas que ellos, la calificación aprobatoria, a secas, por su desempeño en los pasajes culminantes de la obra. Lo que no fue pretexto para que la concurrencia no los recompensara con cálidas ovaciones al término de la velada.
(Lo dicho: la “Coral” es la “Coral”.)
El programa, ya sin discursos, se repetirá hoy, en la misma sala.