La Chona, Jalisco y el video que a todos indignó
Quiero contar una historia a partir de una sentencia en línea que encontré en la recién estrenada plataforma del Consejo de la Judicatura del Estado de Jalisco (algo impensable apenas hace unos años).
La historia va más o menos así. En marzo de 2018, Aldo Ismael “N”, comisario de Encarnación de Díaz (pueblo conocido como La Chona), fue detenido por desaparición forzada.
Según el boletín de la Fiscalía del Estado, junto con un cómplice sacó de su domicilio a un joven y “levantó” a uno más en una brecha para luego desaparecerlos. Días después fue vinculado a proceso por el juez que le dictó un año de prisión preventiva, según destacó la Fiscalía. Todos los medios lo publicamos (un policía malo más tras las rejas).
Sin embargo, siete meses más tarde, en la sentencia derivada de la carpeta de investigación 82/2018-A, el Tribunal de Enjuiciamiento declaró a Aldo Ismael inocente. Resulta que el Ministerio Público presentó, como única prueba, un vehículo asegurado en el que se privó de la libertad a los jóvenes y el testimonio de un policía investigador que señaló al ex comisario como responsable.
De 2015 a la fecha, la Fiscalía estatal ha conseguido dos sentencias por desaparición forzada en el interior del Estado, según datos que obtuve por transparencia, y una de ellas fue este fallo absolutorio para el ex comisario de La Chona.
Se trata del mismo pueblo en donde familiares denunciaron en 2019 la desaparición de 22 jóvenes como parte de una leva del crimen, y por eso la Fiscalía abrió 14 carpetas de investigación.
La Chona, al igual que Teocaltiche, un poblado vecino, sufrió desplazamientos forzados hace un año por la violencia.
Allí se han asegurado lanzagranadas y la mafia repartió “narcovolantes” desde una aeronave contra el Cártel de Sinaloa. Una madrugada de abril del año pasado, cerca de la plaza principal, un comando rafagueó varias fincas y negocios.
En la Chona, en los últimos tres años, han matado a un ex comisario, un elemento de la Guardia Nacional y cuatro policías municipales. Así como el gobierno estatal atribuye a Michoacán la violencia en el sureste de Jalisco, en Los Altos culpan a Zacatecas.
En el hecho más reciente, un indignante video en redes muestra cómo sicarios con armas largas golpean al dueño y al dependiente de una licorería en La Chona para después prenderle fuego al lugar. El municipio confirmó que atacaron dos expendios de alcohol, pero negó que se tratara de una represalia por negarse a pagar derecho de piso (¿a alguien se le ocurre otra razón?). Los dos hombres del video están desaparecidos.
Últimamente me pregunto cuál es el sentido de tanta violencia y qué aporto con relatos como este. Quizá sólo eso: insistir en que dejemos de ver sólo hechos aislados y abordemos el problema como una crisis histórica más que episódica.
Hay mexicanos que viven en un estado paralelo, con sus propias reglas de supervivencia, sus "cobradores" de impuestos e inmersos en una guerra de baja intensidad cuyos costos sociales son cada día mayores.