L3: el tren de los favoritos de EPN
Después de ser postergada su arranque en seis ocasiones, con casi tres años de retraso, un sobrecosto de casi 100 por ciento y cargada de afectaciones a decenas de miles de vecinos y comerciantes, finalmente el sábado 12 de septiembre se inaugurará oficialmente la Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara.
Con una extensión de 21.5 kilómetros, 18 estaciones (cinco de ellas subterráneas), la Línea 3 atraviesa la zona metropolitana. Es, sin duda, una obra clave para la movilidad y el transporte público de la zona metropolitana de Guadalajara y desde hace tiempo que debió construirse. Hay que recordar que la Línea 2 del Tren Ligero se inauguró en 1994, por lo que la Línea 3 llega 26 años después. En ello cabe responsabilidad de los gobiernos panistas que no supieron aprovechar los recursos excedentes del petróleo para invertirlos en obras tan necesarias como esta.
En el recorrido que llevó a cabo el pasado 2 de septiembre, acompañado de invitados especiales, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez dijo que “existe la tentación siempre de buscar el lado negativo de las cosas”, y que ese día prefería resaltar la importancia de esa obra que es una “infraestructura de primer mundo, como lo van a ver en unos días”, dijo.
Pero con todo y que sea una obra de primer mundo y tan necesaria para los habitantes de la zona metropolitana de Guadalajara, es imposible olvidar todas las anomalías y posibles malversaciones que acarreó su construcción, entre ellas que los principales contratos fueron para empresas y constructores muy cercanos al ex presidente Enrique Peña Nieto (EPN).
Para empezar, la Línea 3 está costando a los mexicanos casi el doble. Al arrancar la obra en agosto de 2014 se dijo que costaría 17 mil 692 millones de pesos (MDP); la información más reciente que ofrece la Secretaria de Hacienda y Crédito Público revela que el costo actualizado de esta obra es de 35 mil 054 MDP, 98 por ciento más que al anunciarse el proyecto.
Para la construcción de la Línea 3 se hicieron diversas licitaciones, y los contratos fueron decididos en procesos de licitación calificados por la Auditoría Superior de la Federación como “deficientes o pocos claros”, o “manipulados”, según supervisores de la obra, y que terminaron para empresas favorecidas con contratos por miles de millones de pesos en los gobiernos del Estado de México y de la república, encabezados por Enrique Peña Nieto, como pudimos demostrar en un reportaje que llevamos a cabo Sonia Serrano, Omar García, Cristian Rodríguez y el autor de esta columna (https://www.connectas.org/guadalajara-tren-pena-nieto/) .
El Viaducto 1 (Zapopan) se entregó a un consorcio en el que participaron la constructora portuguesa Mota Engil con el Grupo Promotor de Desarrollo e Infraestructura (Grupo Prodi), ambas vinculadas con José Miguel Bejos, un empresario con estrechos vínculos de amistad con el ex presidente Peña Nieto. Grupo Prodi fue constituido en 2011, un año antes de que Peña Nieto asumiera la presidencia del país, y tres años antes de que se lanzó la convocatoria a las licitaciones para la Línea 3. A estas empresas, relacionadas con José Miguel Bejos, también se le asignó el contrato para la construcción del túnel.
Otra empresa beneficiada con millonarios contratos en los gobiernos de Peña Nieto (tanto en el estatal como el federal) es la OHL, sobre la que pesan acusaciones en España de ganar contratos públicos mediante la entrega de sobornos. OHL, a través de su filial mexicana, Constructora de Proyectos Viales de México, recibió el contrato para la construcción de Viaducto 2 (Tlaquepaque), así como la compra de trenes e instalación eléctrica, en asociación con la filial de la francesa Alstom.
En 2015 se difundieron audios donde el entonces presidente de OHL México, José Andrés de Oteyza (un ex ministro en sexenio de José López Portillo), asegura que ganó un contrato con la Comisión Federal de Electricidad por más de 700 millones de dólares, gracias a la gestión a su favor de Emilio Lozoya Austin, quien en ese entonces era director de Pemex. No está de más recordar que el ahora enjuiciado Emilio Lozoya recibió honorarios de OHL como consejero de 2010 a principios de 2012.
Cuando veamos los trenes de la Línea 3 próximamente en circulación, no hay que olvidar que hubo cercanos al ex presidente Peña Nieto que se favorecieron de los contratos millonarios.