Juanita y el Senado
Si le preguntaran con cuál personaje de la política actual se siente identificad@, ¿qué contestaría? ¿a quién seleccionaría?
Las elecciones de 2018 además de ofrecer la oportunidad de echar del poder a partidos y políticos enquistados y obsoletos, permitirá lo más importante de un ejercicio como éste: elegir quién nos va a representar —al margen de la selección interna de los partidos y las razones que tuvieron para que aparezcan en una boleta— en nuestra cancha, como electores, tendremos el poder de escoger a el candidato o candidata con un vínculo e ideas semejantes a nosotros los ciudadanos.
Detrás de los candidatos independientes usted y yo podemos cuestionar sospechosamente, quién o quiénes están, a qué intereses “oscuros” sirven que nuestros ojos no alcanzar a ver.
Por otro lado, y ya instalados en el terreno de las dudas, los aspirantes a candidaturas de cualquier organización política —lamentablemente— están más definidos en estas suposiciones: Las cercanías, amistades y hasta la estrategia que tejen para posicionar (se) rumbo a un cargo público está manoseada y obedece al interés, al mérito interno e incomprendido de un partido, a todo, menos a una representación ciudadana genuina.
Todo lo anterior para hablar de la propuesta —hasta ahora— más definida que ofrece la carrera por la representación de Jalisco en el Senado. La aspiración del independiente Pedro Kumamoto llevó al escenario el nombre de Juanita Delgado como compañera de fórmula. ¿De dónde salió? ¿Quién es ella? ¿Por qué seleccionar a alguien con más edad que el promedio de los muchachos de la organización Wikipolítica?
Entonces llegaron los posicionamientos de los jóvenes activistas que forman parte de esta corriente, alejados de victimizaciones estériles que insisten —como si fuera moda— en la participación de los “millennial” en la sociedad y la visibilidad de sus acciones sobre todo después del sismo del pasado 19 de septiembre.
Al preguntarles ¿por qué Juanita? Las respuestas fueron desde “porque tiene una visión muy parecida a la nuestra para hacer política”, hasta “comprobó que ser joven no tiene que ver con la edad”.
Juanita Adelfa Delgado Quintana construyó una relación de confianza con Kumamoto y su equipo desde las aspiraciones por la diputación local del distrito ocho. Cuando parecía que la elección en la fórmula para acompañar al candidato independiente al senado sería alguien de su edad (Pedro tiene 27 años y Juanita 47 con proyección en redes sociales o algo similar, no, Juanita llegó con el contraste y alcance —fuera de la ZMG— que la ocasión amerita, acompañada de una amplia trayectoria como activista en su natal Puerto Vallarta en las áreas de transparencia, rendición de cuentas y medio ambiente. Dispuesta a trabajar con los wikipolíticos su propio capital en una candidatura con la dosis necesaria de coherencia y la representación ciudadana que una elección merece.