Jorge Valdano, el futbol que piensa
Jorge Valdano cumple hoy 63 años.
El delantero de la Argentina campeona en México 1986 es uno de los pocos futbolistas que se han desempeñado al más alto nivel de competencia y puede además expresar sus ideas con elegancia literaria.
“Hay jugadores que nacen, como Diego (Armando Maradona) y habemos otros que nos hacemos en el camino de la dedicación y el esfuerzo, entre los que me conté yo”, dijo sobre sí a EL INFORMADOR en 1998 el ex futbolista, entrenador y comentarista nacido en Santa Fe en un día como hoy de 1955.
Valdano debutó con el Newell’s de Rosario. Gracias a una buena actuación en el torneo de Toulon fue contratado en 1979 por el Alavés de la Segunda División española, y después pasó al Real Madrid, con el que ganó dos Ligas y dos Copas UEFA. Con la Selección argentina se coronó campeón del mundo a lado de Maradona en 1986. Se retiró en 1987, a causa de una hepatitis.
Como entrenador, dirigió al Tenerife, al Real Madrid y al Valencia. Sin lograr igualar las alturas que tocó como jugador, como técnico ganó una Liga española con los Merengues, en la temporada 1994-1995.
En el ataque bicéfalo de la Selección argentina campeona en 1986, Maradona era la cabeza que creaba y Valdano la cabeza que ordenaba, y a veces limitaba el genio de su socio.
En el partido contra Inglaterra, cuando Maradona marca el gol que pasa a la historia como la “mano de Dios”, Valdano está ahí para imponerle silencio poniéndose el índice sobre los labios, para evitar que Diego hable de más y acabe delatándose.
Cuatro años después, Maradona le ruega a Valdano que vuelva del retiro para disputar el Mundial de 1990, pero el técnico Carlos Bilardo termina cortándolo del plantel mundialista.
“Pasé seis meses nadando y me ahogué justo cuando estaba por llegar a la orilla”, dijo el delantero sobre la preparación que culminó en la frustración de no poder jugar de nuevo un Mundial.
Valdano, el delantero intelectual, coincide con Albert Camus, el escritor guardameta: “En ningún sitio aprendí tanto de mí y de los demás como en una cancha”, afirma.
Los razonamientos de Valdano tienen la agilidad de un gesto futbolístico. Sus frases destellan con la naturalidad de la gambeta que ilumina un partido y enseguida se convierte en gol: “Raúl es un crack de lo sustancial”, “En Messi, las balas perdidas pegan siempre en el corazón”, “Cuauhtémoc Blanco es un torpe falso”.
A pesar de que la obra de Valdano es considerable, probablemente su mayor legado literario será una frase que en un prodigio de concisión logra capturar el universo del futbol en sólo diez palabras: “El futbol es lo más importante de lo menos importante”.