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Jalisco sin futuro

En el panorama político de Jalisco, el efecto "Pedro Kumamoto" surgió como una bocanada de aire fresco que prometía transformar la manera en que se hacía política en el estado. Sin embargo, en un giro irónico, el partido "Futuro", fundado bajo su liderazgo y principios, ha perdido recientemente su registro.

Pedro Kumamoto, un joven político independiente, irrumpió en la escena política de Jalisco en 2015 cuando, con apenas 25 años, ganó un escaño en el Congreso local como candidato independiente. Su victoria fue un hito, ya que por primera vez un candidato sin afiliación partidista lograba tal hazaña en la historia del estado.   Kumamoto   se   convirtió   rápidamente   en   un   símbolo   de   la   renovación política, impulsado por una plataforma de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana.

Su éxito no fue un golpe de suerte, sino el resultado de una estrategia bien pensada   y   una   campaña   profundamente   conectada   con   la   ciudadanía,   su mensaje resonaba especialmente con los jóvenes y aquellos desencantados con los partidos tradicionales con lemas como "Los muros sí caen" y un enfoque en la honestidad y la transparencia, logró movilizar a un electorado que ansiaba un cambio real.

La campaña se basó en la financiación colectiva, el uso estratégico de las redes sociales y la participación activa de voluntarios desafiando la política tradicional y ganando apoyos significativos. Su éxito inspiró a otros jóvenes y movimientos independientes en todo México, sembrando la semilla de lo que parecía ser un nuevo modelo de hacer política.

Impulsado por el éxito y con la experiencia que le dio pasar por el Congreso, en el año 2019 Kumamoto y su equipo decidieron fundar el partido político "Futuro" al que presentaban como un partido diferente que despreciaba los poderes fácticos de   la   política,   con   una   estructura   horizontal   y   una   fuerte   vocación   por   la transparencia y la participación ciudadana.

El partido logró captar la atención de un segmento del electorado que buscaba alternativas   a   los   partidos   tradicionales,   sin   embargo,   la   transición   de   un movimiento social a un partido político le cobró factura, pues enfrentó una serie de obstáculos que llevaron a su declive, desde la fragmentación del voto de aquellos   descontentos   con   los   partidos   tradicionales   hasta   la   avaricia   y autoritarismo   de   su   dirigente   y   Fundador   Pedro   Kumamoto,   pasando   por   las dificultades para mantener la cohesión en un partido con una estructura tan horizontal e igualitaria; cuestiones que llevaron a conflictos y divisiones internas del movimiento.

El 2023 fue un año critico para Futuro; pues a pesar de la abierta oposición de la inmensa mayoría de sus integrantes, en un grito desesperado de poder y en un lamentable   cálculo   político   traicionando   todo   lo   que representaba   Futuro,   su fundador decidió aliarse con MORENA para los comicios de 2024 a cambio de la candidatura por la presidencia municipal de Zapopan con la esperanza de formar parte de la avalancha que pintó la mayoría del país de guinda.

El resultado fue desastroso para Futuro y su fundador, los electores vieron como Pedro traicionaba todo lo que decía representar y en una acción casi bíblica, Pedro se negó tres veces, primero a los votantes, luego a su partido y por último a si mismo. A consecuencia de lo anterior, los perdió en el mismo orden, pues obtuvo una cantidad paupérrima de votos, las pocas personas que continuaron en las filas de Futuro desaparecieron de su campaña siendo remplazados por integrantes de MORENA y finalmente el se convirtió en lo que siempre criticó: un político igual a todos, sin ideales más allá del deseo de poder.

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