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Una zarina anticorrupción que no fue

A un año del escándalo que se desató por el sospechoso patrimonio inmobiliario que asciende a 60 millones de pesos, incluida una finca regalada por el gobierno de la CDMX en tiempos de Marcelo Ebrard, amasado por la pareja de académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), John Ackerman e Irma Eréndira Sandoval, esta última fue finalmente destituida por el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de la titularidad de la Secretaría de la Función Pública (SFP).

Pese al autobalance positivo y triunfal que hizo ayer Sandoval ante AMLO al asegurar que le reportaba “buenas cuentas”, ya que “revivió” la SFP y se atribuyó la aprobación de la nueva Ley de Austeridad, la mejora de 14 puntos en el índice de percepción de corrupción y las sanciones a 371 empresas que hicieron “altamente sustentable” a esa dependencia, ya que se recaudaba casi el presupuesto que se le asignaba para su operación, las suspicacias creadas por las omisiones en su declaración patrimonial y su evidente imparcialidad al momento de hacer las investigaciones anticorrupción, como cuando exoneró a Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), también por su inexplicable riqueza inmobiliaria, eclipsó esos logros y más bien le provocaron una imagen de poca confiabilidad.

Pero en su salida gravitaron también conflictos políticos al interior de la SFP por su estilo duro de liderazgo y al interior de Morena por la disputa de espacios y candidaturas que no cayeron nada bien en Palacio Nacional.  

Cuentan que su sucesor, Roberto Salcedo, habría sido uno de los afectados por los malos tratos de la ex titular de la SFP denunciados por otros altos funcionarios de esa dependencia, donde hasta ayer se desempeñaba como subsecretario de Fiscalización y Combate a la Corrupción.

Al interior de Morena lo que más sonó en su contra fue su presunta implicación en la lucha por la candidatura a la gubernatura de Guerrero que anhelaba su hermano Pablo Amílcar Sandoval, súperdelegado de la 4T en aquella entidad. De hecho, el equipo de Félix Salgado Macedonio la culpó de haber estado detrás, junto con su hermano, de la campaña que concluyó con la destitución del senador con licencia de esa candidatura. También desde Jalisco se habló de conductas inadecuadas de la hasta ayer titular de la SFP, cuando abrió el expediente en contra del entonces súperdelegado en Jalisco, Carlos Lomelí, por los presuntos conflictos de interés en la venta de medicinas al gobierno federal y estatales, por los que se tuvo que separar del cargo. Aseguraban que vía terceros, sugerían el cobro de “moches” para darle carpetazo a esos expedientes, y que no denunciaron para no afectar al Presidente.

Así, pues, Sandoval regresará a la Coordinación del Laboratorio de Documentación y Análisis de la Corrupción y la Transparencia de la UNAM, de donde salió para convertirse en la zarina anticorrupción que no fue y que puso en entredicho la principal bandera del Presidente que ayer le dio las gracias.

jbarrera4r@gmail.com
 

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