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AMLO y El Zapotillo

Aunque al igual que el Gobernador Enrique Alfaro, el presidente Andrés Manuel López Obrador como candidato les prometió a los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo que no inundarían sus pueblos por la construcción de la Presa El Zapotillo, esa posibilidad quedó abierta con la ambigua postura que adelantó el jefe del Ejecutivo cuando se le preguntó sobre este tema que abordaría con los gobernadores de Jalisco y Guanajuato la semana pasada, en una reunión que se pospuso para esta que hoy inicia.

Por un lado, AMLO pareciera estar de acuerdo en que se termine la presa con una cortina que quede en los 80 metros, construyendo los diques necesarios para garantizar que no se inunden estas tres comunidades del municipio alteño de Cañadas de Obregón, de acuerdo con la referencia que hizo de la determinación de la Suprema Corte de Justicia, donde se litiga que la cortina no se suba a los 120 metros como se pretendía en el sexenio pasado para duplicar la capacidad de almacenamiento de agua de ese embalse artificial. Así, dijo el Presidente, no se dejaría ahí “tanto dinero tirado” del pueblo.

Sin duda, esta parte de su posicionamiento hizo despertar esperanzas a los gobiernos de Jalisco y Guanajuato de que el gobierno federal virará su posición inicial expresada por el primer titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Toledo, en una visita al poblado de Temacapulín a fines de julio del 2019, cuando consideró que había “una multitud de argumentos” que mostraban “la inviabilidad” de la Presa El Zapotillo. De asumir esa postura, el gobierno federal podría aceptar el Acuerdo de Entendimiento para el Aprovechamiento de las Aguas del Río Verde que ambos gobiernos le presentaron el 12 de agosto de 2019, en el que establecen que Jalisco recibirá el 76 por ciento y Guanjuato el 24 por ciento del afluente, además de solicitar al gobierno federal la reactivación de la construcción de la controvertida presa El Zapotillo.

Sin embargo, López Obrador también señaló la semana pasada que en la construcción de esa presa “se cometieron muchos errores y además intencionados por la corrupción, porque lo que les importaba era eso, robarse el dinero, sin consultar a la gente, beneficiando a empresas extranjeras”, en ese sentido insistió que deberá buscarse una salida consensuada con las comunidades y clarificando si beneficiará y cuánto a León, a la región de Los Altos de Jalisco o de Guadalajara.

Este matiz presidencial fue lo que hizo también abrigar esperanzas a los habitantes de las comunidades amenazadas con que se inunden sus pueblos, de que el Presidente sí les cumplirá su palabra de defender a sus comunidades y explorar otras alternativas para la dotación de agua que no sea solo la construcción de la presa.

En esas coordenadas se dará la reunión de esta semana entre el gobierno federal y el estatal, vigilada al extremo por las comunidades afectadas. Veremos si esta vez las autoridades están a las alturas de las circunstancias y se resuelve por fin un tema clave para el futuro de Jalisco y que se ha pospuesto los últimos 30 años.

jbarrera4r@gmail.com
 

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