¿Inteligencia para una Fiscalía reprobada e impune?
El Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal 2024 del Inegi, dado a conocer la semana pasada, confirmó lo que ya dejaba entrever la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE 2023), este mismo mes, sobre la descomunal crisis que en su funcionamiento padece la Fiscalía de Jalisco, y que sin duda, es también una de las causas de la grave crisis de inseguridad y violencia que sufre la población en la entidad, como les sucedió, ooootra vez, a los habitantes de la zona Altos Norte el pasado fin de semana.
En la ENVIPE 2023 se reveló que los jaliscienses cada día confían menos en esta institución, y prueba de ello es que del universo total de los delitos que se cometieron en Jalisco en el 2023, a sólo 8.4 por ciento se les abrió una carpeta de investigación, mientras que en el 2022 el panorama era un poco menos peor, ya que se abrieron expedientes en el 10.5 por ciento de los casos. Las víctimas de algún delito no acuden con el Ministerio Público porque 35.7 por ciento de los encuestados señala que es una “pérdida de tiempo”, y 11.3 por ciento consideró que los “trámites” son “largos y difíciles”.
Pero la dimensión de la incompetencia de la Fiscalía estatal se aprecia en toda su magnitud cuando se cruzan estos datos con los del estudio más reciente del Inegi, que revela que pese al reducido porcentaje de denuncias que hace la población, es la Fiscalía con mayor rezago en el País. Nada que ver con la Fiscalía de Sonora, que es la de menor rezago con mil 796 casos pendientes.
En el 2023 la de Jalisco, que dirige Luis Joaquín Méndez Ruiz, cerró con más de medio millón (526 mil 685) carpetas de investigación abiertas tan sólo en materia penal, lo que representa casi el 20 por ciento del rezago nacional de 2 millones 645 mil 284 investigaciones si se suman los expedientes de las 32 Fiscalías estatales y la Fiscalía General de la República (FGR). La Fiscalía de Baja California es la que más se acerca al desastre de la de Jalisco con una muy lejana cifra de rezago de 279 mil 236 carpetas.
El año pasado, por ejemplo, en la Fiscalía del Estado se abrieron 137 mil 175 carpetas de investigación, averiguaciones previas o investigaciones en materia penal, de estas, sólo 7 mil 548 se concluyeron, lo que representa apenas el 5.5 por ciento de ellas; y tan sólo en el 2023 el rezago aumentó 129 mil 627 casos.
Pero el colapso de la Fiscalía estatal no termina ahí. También es la segunda Fiscalía estatal con mayor número de mandamientos judiciales sin cumplimentar, con 28 mil 325 órdenes judiciales.
Habrá que ver si las nuevas autoridades llaman a rendir cuentas a los que les dejan este tiradero impune y qué hacen para que la Fiscalía abata ese rezago de escándalo que implica, entre muchas otras cosas, necesariamente aumentar los 2 mil 705.9 millones de pesos de presupuesto anual, que la ubican en ese rubro en el sexto lugar.
Por lo pronto, ayer se aprobó en fast-track en el Congreso local la propuesta de Pablo Lemus para la creación una nueva Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de Personas Desaparecidas, para hacer frente a este que es el mayor lastre de inseguridad que dejará el gobernador saliente Enrique Alfaro, junto con una Fiscalía inoperante. Habrá que ver si ayuda a corregir todas las omisiones en que incurrió esta dependencia que deja el mayor rezago de su historia.
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