¿Insabi al estilo Jalisco?
Como hacía mucho tiempo no sucedía, ayer toda la prensa local coincidió en jerarquizar como su nota principal del día el convenio de coordinación entre el gobierno estatal y el gobierno federal, y que sustituyó el pacto de adhesión al controvertido Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), nuevo modelo sanitario con el que el gobierno de la 4T sepultó el Seguro Popular vigente desde hace casi dos décadas.
Esta coincidencia editorial dimensiona la preocupación y las múltiples incógnitas que había respecto al rumbo que tomarían las negociaciones entre las autoridades de Jalisco y la Federación, luego del rechazo del gobernador a sumarse al Insabi y no haber tenido la oportunidad de plantearle su contrapropuesta al Presidente Andrés Manuel López Obrador, pese a buscar una cita para ello desde el año pasado.
Aunque persisten muchas dudas, ya que el convenio no se ha hecho público y se desconocen los detalles de cómo sería lo que pudieramos llamar el Insabi estilo Jalisco, una buena noticia es que, al menos por el momento, el “no” a esta apuesta de salud del autollamado gobierno de la cuarta transformación no haya abierto un nuevo choque con el gobierno alfarista de la autollamada refundación.
Lo que sin duda ayudó a que este diferendo no tensara nuevamente la relación, fue el hecho de que Jalisco no quedó como la única entidad que no firmó su ingreso al Insabi como quedó cuando gobiernos priistas y panistas, aceptaron por separado su adhesión.
El hecho de que el Presidente haya planteado a los gobernadores panistas, con los que se reunió el martes pasado, que era todo o nada con el Insabi, y que a diferencia del acuerdo que el gobierno estatal asegura haber logrado con el gobierno federal, las administraciones blaquiazules estaban limitadas a buscar convenios de adhesión en lo particular, provocó la revocación de la aceptación inicial que habían manifestado los gobiernos azules.
Así, la apuesta quedó echada.
Por un lado, la intención autoritaria del gobierno de AMLO de centralizar los recursos, las políticas y la atención de la salud “para evitar corruptelas” sobre todo en la compra de medicinas.
Por el otro, la aceptación del gobierno estatal de que sea el gobierno federal el que adquiera los medicamentos, siempre y cuando que, en caso de retrasos, Jalisco pueda hacer las compras que se necesiten, así como la operación de los hospitales, de su personal y de los presupuestos asignados anualmente y que no tengan que ver con el nuevo Insabi.
Lo deseable es que ambas partes realmente cumplan a cabalidad con el convenio, en beneficio de los enfermos que han sufrido como nunca por el caótico e improvisado relevo Seguro Popular-Insabi.
jbarrera4r@gmail.com