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Inminente reconciliación

En lo que se cierra, ya el próximo jueves, el paréntesis de un año en los conciertos de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) con presencia de público, obligado por la pandemia de COVID-19, el melómano puede refugiarse en el consuelo de encontrar -y lo más importante: compartir con sus congéneres- verdaderos hallazgos.

Del programa para la inminente reconciliación de la OFJ -el jueves 6, a las 20:30 horas, en el ahora llamado “Museo (antes Instituto Cultural) Cabañas”, dirigida por su titular, Jesús Medina Villarreal- con su público, vale consignar que incluirá el Concerto Grosso Op.6 No. 1, de Haendel; el celebérrimo Canon para Cuerdas, de Pachelbel; la Sinfonía en Re mayor para Pequeña Orquesta, de Antonio Sarrier; (se trata de una joyita de un compositor español del Siglo XVIII, de inspiración vienesa -o de estilo galante-, construida en tres movimientos: Allegro vivo, Andante y Allegro, descubierta por Miguel Bernal Jiménez en 1933, en el actual Conservatorio de Las Rosas, de Morelia, y de la que hay una estupenda versión de referencia, de 1980, con la Orquesta Sinfónica de Xalapa, dirigida por Luis Herrera de la Fuente), y la Sinfonía No. 29, de Mozart.

Con respecto a los referidos recientes hallazgos -accesibles en YouTube y plataformas afines- que viene al caso compartir, corresponden a audiciones verificadas en algunas de las grandes salas europeas, a cargo de excelentes orquestas. La ausencia de público, como ya se ha comentado en otras ocasiones, al eliminar casi totalmente el riesgo de que toses, ruidos o aplausos impertinentes contaminen y desmerezcan la interpretación, permite una notable calidad y limpieza en el sonido, especialmente en casos como los que se consignan, con registros sonoros muy cuidados, de altísima calidad técnica.

Uno tuvo como plato fuerte el bellísimo Concierto para Violín, de Dvorak, con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt, una estupenda Hilary Hahn como solista, y la dirección de Andrés Orozco Estrada.

Otro ofrece una diáfana versión del Concierto para Piano y Orquesta KV 595, de Mozart, a cargo de Francesco Piemontesi como solista y la Orquesta Elbphilarmonie de Hamburgo, bajo la batuta de Herbert Blomstedt, el director de mayor edad (94 años) aún en ejercicio.

En el otro, la Residentie Orkest del Concertgebouw de Amsterdam, dirigida por Nicholas Collon, ofrece una muy disfrutable Sinfonía No. 4 (“Renana”) de Schumann.

jagelias@gmail.com
 

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