Indigentes
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), reveló una mejora en materia de empleos en Jalisco en el primer trimestre del año.
Las cifras señalan que la Población Económicamente Activa (PEA) subió en la entidad al pasar de tres millones 879 mil 906 con los que cerró el primer trimestre de 2021, a cuatro millones 39 mil 130 en este mismo lapso de 2022.
También en las tablas de la población de 15 años y más por condición de actividad económica, de ocupación y disponibilidad para trabajar, Jalisco aparece con mayor población ocupada y menos desocupada comparando estos dos trimestres. Los jaliscienses con empleo pasaron de tres millones 735 mil 596 a tres millones 943 mil 727, es decir, 208 mil 131 más con alguna ocupación.
La población desocupada bajó de 144 mil 310 que se tenía en el primer trimestre de 2021 a 95 mil 403 hasta marzo de 2022. Una importante reducción de 48 mil 907 que salieron de esta condición, en parte por la reactivación económica que se viene dando por la baja de los contagios que hubo por la pandemia en 2021.
Sin embargo no todos tuvieron esta oportunidad de reinsertarse en el mundo productivo, sino por el contrario, cayeron en niveles extremos de pobreza que los llevaron a la indigencia y a vivir en condición de calle.
Las buenas cifras que reveló ayer el Inegi en cuestión de empleos para Jalisco contrastan con el dato que dio a conocer ayer EL INFORMADOR en el sentido del crecimiento de la indigencia en la ciudad.
En el Ayuntamiento de Guadalajara, a través de los albergues del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), han registrado un incremento al triple de las atenciones a personas que viven en situación de calle al pasar de 395 en 2018 a mil 338 el año pasado, y en el actual van ya 540, por lo que la tendencia es a volver a superar la cifra. En el primer cuadro de la Ciudad, en el conteo más reciente hecho por el gobierno tapatío, ubicaron a 131 personas en situación de indigencia y 621 en todo el municipio.
No es el único indicador que habla de cómo la extrema pobreza, que en algunos casos se mezcla con problemas de adicciones, está obligando a vivir en condiciones infrahumanas a cada vez un mayor número de personas.
Hombres y mujeres en condición de indigencia empiezan a aparecer cada noche en espacios públicos donde antes no se les veía, Alcanzaron ya, por ejemplo, el pasillo de los portales frente a la Rotonda de las y los jaliscienses ilustres, o las banquetas del cruce de Juárez y 16 de Septiembre, donde decenas de personas pernoctan ahí utilizando cajas de cartón como colchón, además de los que han tomado túneles, alcantarillas, canales y plazas públicas como su refugio para dormir.
El crecimiento de este fenómeno debe obligar a las autoridades de los tres niveles de gobierno a revisar sus modelos de atención a estos grupos vulnerables y que hasta el momento logran apenas un 20 por ciento de reinserción social a través de sus programas.
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