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Imágenes para jugar con el cosmos

Los caminos del éxito pueden ser inesperados. Hace muchos años, Eduardo Terrazas, originario de Guadalajara, le regaló en vida al arquitecto Luis Barragán una de sus versiones del cosmos. Años después, cuando Eduardo recorría la sala de la casa de Luis, al lado de Catalina Corcuera, le dijo. “¡Ah!, mira, ese cuadro se lo regalé a Luis”. “¡Qué bueno que nos dices!”, le contestó y le pidió que lo firmara porque no sabían de quién era. Poco después, el director de un museo de Escandinavia visitaba la casa y le preguntó a Catalina si conocía al artista de ese cuadro. Los puso en contacto y ¡boooomm!, se convirtió en un éxito internacional, acompañado por Teófilo Cohen, director de la galería Proyectos Monclova. Bueno, así se hacen las leyendas.

Cada quien se imagina el cosmos a su manera desde que nos asomamos para ver el cielo estrellado, esa mínima parte del cosmos que Eduardo Terrazas lo ha convertido en una imagen y diagrama sencillo con cinco elementos geométricos que representan cada una de las partes que lo definen, para jugar con él, utilizando diferentes tonos o grosores, creando múltiples obras, tal como lo entendimos en su libro Cosmos, (Hirmer, 2022) que presentó en el MAM a finales del año pasado.

Marcus du Santoy es un matemático que complementa esta idea explicando cómo es que el diagrama del cosmos de Eduardo Terrazas tiene esos componentes para expresar ese espacio en dos dimensiones, sabiendo que el universo tiene una magnitud difícil de comprender como ha quedado patente con las imágenes del telescopio Webb con las que se estima que el cosmos tiene un diámetro de 46 mil quinientos millones de años luz que está en la frontera del infinito. 

Los cinco componentes del diagrama de Terrazas son: (1) los dos ejes en el espacio X, Y; (2) las diagonales que significan el infinito; (3) el círculo mayor que representa la bóveda celeste; (4) uno menor, que simboliza el planeta Tierra y (5) los cuatro lados de un cuadrado en donde cada uno simboliza (i) la gravedad, (ii) la fuerza electromagnética, (iii) la fuerza nuclear débil y (iv) la fuerte. 

Con ese diagrama, Eduardo ha creado más seiscientas obras de arte cómo serían los aspectos del cosmos, como si fuera un caleidoscopio, ese tubo ennegrecido interiormente con dos o tres espejos inclinados y una mirilla para ver cuando le damos un giro y vemos cómo cambian los cristales de colores, creando una nueva imagen, como Eduardo lo ha hecho con sus obras.

El diagrama es una característica importante de las matemáticas y de las humanidades, como es el diagrama de la estructura del ADN de Crick y Watson, quienes le pidieron a Odile Crick, artista y esposa del científico, que lo dibujara para que entendiéramos la estructura y las facultades de la doble hélice gracias a ese diagrama.

“Eduardo Terrazas ha contemplado toda una vida la naturaleza del universo a través del microcosmos de sus imágenes”. Para eso realizó una exploración artística con los límites del infinito, tal como lo podemos entender en su libro en donde reconocemos cómo es que este hombre multifacético, arquitecto, artista plástico y diseñador, trabajó hasta expresar su visión del cosmos creando una imagen geométrica que representa su estructura, para luego crear unas seiscientas versiones del cosmos.

Eduardo asegura que podemos entender mejor las cosas si las convertimos en un diagrama sencillo, pues “la simplicidad, es la gloria de la expresión”. 

La idea del cosmos es difícil de expresar con palabras como he tratado de hacerlo desde que me asomé por el telescopio del Observatorio de San Pedro Mártir para intuir su profundidad, ver varias estrellas de cerca y dos galaxias espirales gemelas a millones de años luz como sucedió esa noche que tuve la oportunidad de asomarme al cosmos, una experiencia inolvidable. 

Puede ser que, con estas imágenes intuyamos las posibilidades que tiene el universo para que podamos imaginar de diferentes maneras.

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