Ideas

Ideologías ultras, amenaza a la democracia

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• Razón y Acción.com.mx opina

Los anteriores esquemas de izquierda y derecha o socialistas y capitalistas, ya no están funcionando en materia ideológica sociopolítica. Ahora los fanáticos de una y otra tendencia se autoidentifican como Identidatarios o “abiertos” o “cerrados”, para distinguir a los que admiten la existencia de grupos étnicos diversos en una misma entidad estatal o nación, y los que la rechazan, mediante argumentos relacionados con la pureza étnica y la pertenencia a grupos étnicos más antiguos que los inmigrantes que hayan arribado en los últimos siglos.

Este fenómeno xenofóbico no es precisamente nuevo, pero plantea nuevos retos a la convivencia y a la pluralidad de las relaciones entre los países y no es sino una nueva versión de movimientos dramáticamente trágicos, como el nazismo del siglo pasado y otros tantos “ismos” que agreden irracionalmente al entendimiento entre las diferentes razas y culturas que existen en el planeta. Es necesario superar estos instintos tribales y retardatarios en beneficio de las nuevas generaciones y de la paz del mundo.

ATALAYA
La filosofía del desperdicio

El mundo entero está viviendo desde hace varias décadas, la filosofía de los productores y vendedores de productos de consumo constante que practican los mismos, fabricando productos que tendrán una vida útil efímera para así obligar al consumidor a reponerlos cuando se descomponen, destruyen o simplemente dejan de ser útiles, y esta actitud no es nueva. Los fabricantes de pasta dental en sus albores no vendían lo que consideraban suficiente, hasta que uno de ellos sugirió brillantemente que se agrandara el orificio del tubo que la contenía, para que los usuarios consumieran más pasta dental, lo que les representó todo un éxito hasta la fecha. Actualmente todos somos testigos que las mercancías (desde autos hasta encendedores) están fabricados para no durar, salvo muy honrosas excepciones, como los autos europeos, obligando al consumidor a renovarlas constantemente con el consiguiente desembolso. Hay países como Francia, que cuentan con una legislación bastante estricta para proteger al consumidor de lo que llaman obsolescencia programada, especialmente en productos electrónicos, pero asimismo en medicinas existe ya la opinión de personas autorizadas que señala que la famosa caducidad, al igual que algunos de los alimentos, es poco menos que un mito para obligar a los consumidores a gastar injustificadamente en la renovación de los mismos, ante el peligro de la caducidad de dichos productos. Una solución se encauza por la extensión de la garantía, para proteger así a los consumidores contra la voracidad de los fabricantes y comerciantes, pero de igual manera debería de incrementarse la ética comercial de productos que sean más duraderos, evitando fomentar el miedo a la caducidad y la descompostura programada de los productos, como por ejemplo los electrónicos.

Por Sergio López Rivera

REGIONES
Estudio de Carmina Jasso. Ojos en la Calle: efectos de la videovigilancia

La videovigilancia es cada vez más utilizada para monitorear las calles de las ciudades. En México se han instalado 37 mil 252 cámaras de videovigilancia por parte de los diferentes órdenes de Gobierno; 30% de ellas, en los últimos dos años. Tan sólo en la CDMX, a febrero de 2018, se han instalado15 mil 310 cámaras; más seis mil instaladas en el Metro y otras que se desconocen. En todo el país ha habido un enorme crecimiento de las estrategias de prevención situacional del delito, tras la evidencia de que con la videovigilancia se han reducido los casos hasta a la mitad.

Pero al mismo tiempo que siguen en aumento las cámaras instaladas en las calles, crece el debate público discutiendo la validez de las tecnologías de vigilancia. Hay un aumento alarmante de las tecnologías de vigilancia basadas en los circuitos cerrados de televisión, sin importar la aprobación del público y sin conocer los efectos de mayor corrupción e impunidad provocados por las dificultades de los trámites de denuncia y el manejo de las pruebas del delito.

Por ello, para la Dra. Carmina Jasso [i], estudiar el efecto de las cámaras de videovigilancia es muy importante. Fortalecer la cohesión social, hacer valer las propias normas de convivencia y bienestar social, mantener la convivencia barrial es tan importante como generar políticas públicas adecuadas que cuenten con instrumentación y operación de las medidas de seguridad de acuerdo con las necesidades de la ciudadanía.

De esta manera, se trata de contribuir con conocimientos significativos e información útil al diseño de la intervención pública gubernamental y de las asociaciones de colonos que prevengan, disuadan, mitiguen y terminen la incidencia delictiva, así como la percepción de integridad, confianza y seguridad, actualizando el marco jurídico y las leyes que regulan el uso de tecnología para la seguridad pública, incluyendo el tema en el Plan Nacional de Desarrollo.

De acuerdo con la Dra. Jasso, este conocimiento de la incidencia delictiva requiere del uso de sistemas de información geográfica avanzados y del conocimiento profundo de las percepciones de las personas respecto a las cámaras instaladas en las inmediaciones de sus casas y trabajos; la Dra. Jasso ha emprendido la investigación de la incidencia delictiva relacionada con los espacios que son seguros/defendibles, en el marco de las actividades rutinarias de grupos sociales y personas. Así, se trata de:

• Evaluar el antes y el después de la videovigilancia en la incidencia delictiva.
• Conocer las percepciones de las personas que las llevan a demandar cada vez más sistemas de videovigilancia.
• Analizar el alcance del poder de disuasión del crimen en el imaginario de la gente.
• Generar recomendaciones de políticas públicas orientadas a fortalecer los efectos de prevención del crimen y percepción de seguridad ciudadana.

Para alcanzar estos propósitos, la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales supone que los efectos esperados de la videovigilancia son el incremento del riesgo percibido para cometer un crimen —disuasión o desplazamiento del delito—; y la mejora de la percepción de la seguridad en la ciudadanía. Se requiere un conocimiento sistemático que vincule los efectos del entorno físico con las características sociales de la (in)seguridad, debido a que además estos efectos pueden variar de un lugar a otro, según los niveles socioeconómicos, el grado de cohesión social, el nivel de participación ciudadana, la incidencia delictiva, y de acuerdo con diferencias individuales de género, edad, nivel educativo, entre otros aspectos.

Por esto, la Dra. Jasso busca responder preguntas clave de los impactos en la sociedad. En especial, si las cámaras de videovigilancia reducen o desplazan el crimen; los tipos de delitos —como los de homicidio doloso, robo a transeúnte, a automovilista y a casa habitación— en que tienen mayor efecto; los comportamientos delincuenciales y las medidas de defensa de los particulares, los resultados para las instituciones de seguridad pública; las razones por las que los ciudadanos demandan mayor videovigilancia: cuáles han sido sus expectativas y cuáles sus percepciones sobre el éxito/fracaso de la eliminación de la inseguridad y la violencia; cuáles serían las recomendaciones acerca de cómo potenciar el efecto beneficio de la mayor vigilancia; y qué tanto se difunden sus beneficios entre las comunidades vigiladas.

Para ello, emplea estrictas teorías de la incivilidad de la violencia social, de la victimización, la vulnerabilidad física —social y personal—, y la teoría de las redes sociales. Teoría sociológica y política cultural que explican por qué se está expandiendo el uso de tecnologías de videovigilancia como si éstas fueran la única posibilidad de disminuir el crimen, pero que también señalan otros temas que harían falta atender como el derecho a la privacidad.

De acuerdo con la Dra. Jasso, entre otros temas también serían de interés las preferencias del mercado de los diferentes tipos de sistemas de videovigilancia instalados por los gobiernos o preferidos por los particulares y sus costos diferenciales, pues si bien cada cámara oscila en alrededor de cuatro mil pesos, hay datos del Programa de fortalecimiento de la seguridad FORTASEG —subsidio que se otorga a los municipios del país—, que indican haberse gastado uno 560 millones de pesos con recursos públicos federales en 2017, e información que muestra el peso creciente de estas tecnologías, cuando en la Ciudad de México se invirtieron cerca de 10 mil millones de pesos, o sea 1.29% de su presupuesto, en el periodo acumulado de 2008 a 2010, o bien por las cifras que alcanzan otros financiamientos privados como por ejemplo los gastados por agrupaciones de colonos, mediante presupuestos participativos.

Sin duda, lo anterior sugiere el tema del manejo de datos, de quién y para qué fines se analizan los videos. La enorme cantidad de imágenes que se producen en las grabaciones de 24 horas/14 días, son previstos como término de la ley para borrar esos continuos de imágenes en caso de que no se hayan denunciado delitos. Por ello, es evidente que si bien hay factores de información, otros son los factores de protección que necesitan ser analizados en su conjunto. Si ambos factores son necesarios para identificar zonas de influencia e incidencia delictiva, su análisis puede servir de distintas maneras para precisar el tipo de atención pública y ciudadana que se requieran para lograr una prevención situacional eficaz del delito.

Como sin duda cada quien tiene el derecho de cuidarse y a defenderse, el hecho de la provisión de seguridad es cada vez más un bien, un asunto y un problema público. De ahí que para la Dra. Jasso sea claro que esta complejidad del fenómeno sea una que hace especialmente difícil seguir las expectativas ciudadanas y las maneras como el imaginario colectivo incide eficazmente o por el contrario, ilusiona e invisibiliza los problemas reales de confianza y seguridad común, tras el uso de tecnologías.

Se explica que la intención del uso de la información producida por las cámaras de videovigilancia puede ser muy diversa y difícil de controlar. Dado que la información grabada ha sido utilizada para las mismas actividades delincuenciales que se intentan prevenir; y debido a que está sujeta a fallas en el suministro eléctrico y del mantenimiento, el margen de cinco años de la investigación para lograr análisis válidos, de rigor estadístico que sean representativas de las conductas de riesgo y de los patrones de (in)seguridad, es difícil de lograr, pues en muchas ocasiones hay que trabajar con sesgos, omisiones y hasta alteraciones en los continuos de imágenes, que también son objeto de extravío y de dificultades en su acceso para ser consultada.

La investigación de la Dra. Jasso es relevante en términos de la seguridad ciudadana y de la cohesión social. Ofrece elementos para una política pública de seguridad regional integral, y para tomar decisiones en áreas y lugares de mayor incidencia delictiva. Es importante porque encuentra medidas y mecanismos para fortalecer la seguridad social con medidas alternativas que complementan y ayudan a aumentar la seguridad y reducir la violencia. A través de este estudio de la videovigilancia como evidencia factual, en resumen, se encuentran oportunidades de aprendizaje y de educación que acompañan las acciones públicas dedicadas a la restauración de la confianza social y personal.

[i] Reseña de la Conferencia de Carmina Jasso: “Efectos de la Videovigilancia”, con los comentarios de René Jiménez, Juan Salgado y la moderación de Marcela Amaro, en el Seminario “Perspectivas Contemporáneas de la Investigación en Ciencias Sociales” del Instituto de Investigaciones Sociales, el 10 de abril de 2018.

Por Margarita Camarena Luhrs

FILOSOFÍA COTIDIANA
Sólo un paso adelante...

El dolor de ver a un amigo enterrando a su hijo (a), es inenarrable; sobre todo cuando lo contemplas tú; tú que también tienes la dicha inmensa de ser padre. Es ley natural, que los hijos entierren a sus padres. Cuando esta ley no se cumple y son los padres quienes tienen que enterrar a sus hijos, su vida nunca vuelve a ser la misma.

Superarlo es una dura tarea que suele ser más fácil, si el dolor se comparte con otras personas que han vivido una situación similar. Aunque es innegable que cada caso es único. Existen fundaciones o grupos de autoayuda en los que recordar a los hijos se convierte en una forma de transformar dicho sufrimiento en una proyección de vida.

¿Pero qué puede ser más grande cuando es tu propia hija —con su enorme fe y entereza— quien te marca un firme camino de esperanza? Quien ha sido capaz, incluso, de contar con la licencia divina para volver a despedirse —muy a su manera— de sus padres, de su hermana… y seguir presente en las devotas voces corales de sus amigos y compañeros.

El tiempo, ese invento del hombre para darle continuidad al día y a la noche, a los días enteros, las semanas, los meses y los años; únicamente existe en este lado de la vida. En la otra, en la real, sólo es Eternidad. Esto recojo y conservo como invaluable enseñanza en el Mensaje Filial que nos compartió la familia al agradecer la presencia de amigos y familiares, con el más fuerte abrazo fraterno:

“Los he dejado quizá por un corto tiempo, con la satisfacción de haber cumplido mi misión en la vida, no derramen lágrimas ni se entristezcan. Y por mi memoria y en mi nombre, reúnanse y convivan con la familia siempre que puedan, como cuando estaba entre ustedes. Jamás permitan que pase el día sin haber hecho algo que los llene de satisfacción y orgullo. Apóyense siempre para animarse unos a otros. Y nunca, nunca teman morir, recuerden que yo me he adelantado, para ir a su encuentro cuando llegue el momento”. Claudia Lizeth Sánchez Ramírez (27–02–1994 / 26–03–2018).

Por Uriel Eduardo Santana Soltero

MERCADOTECNIA
Evidente inconsistencia

La decisión dictada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sembró dudas respecto a los procedimientos del Instituto Federal Electoral, que previamente se manifestó en contra de la candidatura independiente de Jaime Rodríguez Calderón, gobernador con licencia por Nuevo León, a menos de tres meses para las elecciones del uno de julio.

A estas alturas de tiempo y campañas, el fiel de la balanza produce inquietud en cuanto podamos albergar como definitivo en un proceso salpicado de inquietud y evidente inconsistencia. Quedan pendientes los debates y cuanto expongan los candidatos de vida voz.

Dios nos guarde de la discordia.

Correo electrónico sicpm@informador.com.mx

Por Carlos Cortés Vázquez

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