Ideas

Idealismo social

Philip Allott es un profesor emérito de Derecho Internacional en la Universidad de Cambridge. Dentro de sus estudios sobre el “idealismo social” menciona que la humanidad ha sucumbido a un plano de egoísmo, prepotencia y maldad, misma que ha desvirtuado el sistema desde sus raíces. La preocupación de Allott se encuentra en el plano de la conciencia humana. Menciona que el individuo es el fin de toda ley, pero esta idea se encuentra a su vez viciada considerando que ninguna ley puede ser mejor que la conciencia que les da vida.

Allott busca una revolución en las mentes, y considera que tendrá que haber una nueva corriente de filósofos y abogados internacionalistas que actúen como agentes de perfeccionamiento del espíritu humano. La conciencia se crea por medio de la imaginación y la racionalidad. Es así como nuestras conciencias forman nuestra realidad social.

Las sociedades tienen teorías propias y viven según dichas teorías.

Los humanos tienen la capacidad de moldear construcciones e influir en el curso de eventos por medio de su conciencia, imaginando una nueva realidad humana e implementando la misma por medio de su racionalidad. Allott sigue el postulado sobre cómo un acto de voluntad, dotado de una elección moral es necesaria para poder perseguir un ideal y para poder reconstituir la humanidad.

Lo anterior conlleva implicaciones relevantes para nuestra situación actual como país. Es verdaderamente preocupante pensar que nuestras leyes no son mejores que la conciencia de nuestros legisladores, con sus honrosas excepciones por supuesto. Resulta insólito que habiendo tantos mexicanos con sed de justicia y con hambre de hacer valer el Estado de Derecho no nos dediquemos más a mejorar nuestro sector público desde sus raíces.

Debemos exigirle una mayor preparación y entrega en un principio a nuestro gobierno, específicamente a nuestros legisladores. Esto se puede formular por medio de una meritocracia dentro de la cual se enaltezcan los estudios y los planes de cada legislador, para evitar a toda costa la improvisación y el mal desempeño laboral de los mismos. Tomemos como ejemplo la meritocracia en China. Dentro de este sistema, el aspirante puede obtener un determinado puesto dependiendo de sus estudios, méritos y talento.

Las ideas de la revolución mental que tanto enfatiza Allott son fundamentales para poder poner esto en acción. Fomentemos una nueva corriente de mexicanos comprometidos con el cambio positivo y la preparación para servir a nuestro país de la manera más adecuada posible. El cambio debe empezar por medio de la conciencia y para ello debemos reinventar nuestro concepto del sector público y lo que merecemos como mexicanos. Debemos entrar a un plano de idealismo social dentro del cual no pensemos lo impensable, sino en el que pensemos aquello que no se ha pensado.

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