Humor y violencia en “Perla”
El teatro abre tantas puertas a la experimentación, que a veces se nos olvida cuán desafiante puede ser el simple esfuerzo de contar una historia. Digamos, la siguiente: los empleados de limpieza de una empresa sufren el constante y violento acoso de un vigilante, que está convencido de que hay escalas sociales y que él, siendo tan solo un trabajador, está en una clase superior a la de las víctimas de su abuso. Una noche su violencia se vuelve en su contra, y ahora los involucrados deberán tomar decisiones críticas y urgentes.
“Perla”, la obra de teatro en cuestión, es un sencillo libreto basado en la obra del autor local José Lira, que utiliza a cinco personajes para esta comedia sembrada de humor negro con la intención de reflexionar sobre el modo en que convivimos con la violencia. La anécdota central es en realidad bastante directa, y lo más valioso en la dramaturgia es que se ocupa de hacer avanzar esa historia paso por paso, acción por acción. La profundidad psicológica con que se trata a los personajes no es nunca lo más relevante, ni tampoco el detalle con que se dibujen el pasado o el contexto de estas personas. El texto tan solo traza las líneas generales del mundo en el que viven y algún personaje es un estereotipo, quizá, pero otros están llenos de sorpresas.
Es en la facilidad con que avanza la historia en donde “Perla” tiene uno de sus mayores potenciales, y el director Moisés Orozco trabaja con sus cinco actores para darle rasgos a los protagonistas de esta historia de gente jodida que nunca saldrá de jodida, que no confía en las autoridades ni en la providencia, y que ha llegado a entender que la ética acaba en la necesidad de sobrevivir.
Pese al tema (y a los momentos de violencia en escena), “Perla” gana en el montaje por el humor con que los actores abordan a sus personajes, que permite que veamos a personas con las que podamos simpatizar, en lugar de contemplar solo a víctimas miserables de una tragedia moderna. El celebrado Jesús Hernández carga con el principal, y ofrece una notable exhibición de intensidad calculada y ordenada; la productora Paola Moncal interpreta al personaje que da nombre a la obra, con un muy decoroso esfuerzo por emparejarse a la fuerza de sus compañeros; Cristian Lira utiliza toda su potente energía como intérprete para hacer a un personaje que, sin embargo, destaca más por su humor casi folclórico; José Jaime hace, como siempre, un trabajo de tal precisión que roba atención en la segunda mitad de la obra; César Gascón se encarga del villano.
Para adolescentes y adultos, “Perla” tiene función el sábado 30 a las 20:00 horas y el domingo 31 a las 18:00 horas. Porfa: apague el celular.
Aparte. El 27 de marzo pasado, también los espectadores celebramos el Día Mundial del Teatro. Allí somos felices, pero no ajenos: necesitamos teatro de calidad, artistas responsables y críticos, y un gobierno que pueda dialogar con ellos y con nosotros. ¿Ahí la llevamos?
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