Honor a quien honor merece
Hoy quiero dedicar estas líneas a un gran jugador, un líder, un ejemplo para muchos, y en lo particular, un extraordinario ser humano.
Carlos Salcido es sin duda el claro ejemplo de la superación. Ha sorteado las pruebas más complicadas que la vida ha puesto en su camino, pero también ha logrado superar sus miedos y cumplir cada uno de sus sueños.
A lo largo de 14 años que llevo reporteando, de los cuales cerca de 10 han sido cubriendo a Chivas, jamás me había tocado conocer a un jugador que sintiera tanto los colores del Rebaño, pero me queda claro que Salcido es 100% rojiblanco. Basta con recordar cuando se fue a Holanda, y tuvo que vivir el título 11 de Chivas a través del televisor. En ese entonces su festejo lo dijo todo.
Con el paso del tiempo, Carlos fue acumulando títulos, dos con el PSV, medalla Olímpica con la Selección, a su regreso a México un título de Liga con Tigres, pero con su amado Rebaño no había sumado nada.
Un tiempo después regresó al redil, regresó a casa, y justo ahí comenzó a lograr títulos de la mano de Matías Almeyda, y por fin cumplió el sueño que tenía desde siempre, ser el encargado de levantar la Copa y tener una fotografía de ese momento como la que a la distancia vio de Oswaldo Sánchez y el “Bofo” Bautista en el Apertura 2006.
Han sido cinco títulos los que ha conseguido Carlos desde su regreso al Rebaño, y el sábado ante Tigres podría haber sido su último partido de Liga como rojiblanco, no porque se vaya a otro equipo, todo esto porque la directiva del Guadalajara le ha ofrecido disputar el Mundial de Clubes y después pensar en el adiós, pero quedándose con un puesto dentro de la institución, ya sea como parte del cuerpo técnico de José Cardozo o en algún otro puesto dentro de la estructura de Fuerzas Básicas.
Estoy segura que veremos por mucho tiempo al ocotlense como rojiblanco, quizá ya no como jugador, pero seguirá siendo un referente en la institución que lo vio brillar no sólo en el fútbol mexicano, sino que también en el fútbol holandés, en donde se consolidó y dejó en alto el nombre de México.
La decisión la tomará Carlos, pero ahora hay alguien quien ya que sigue sus pasos: Giovanni, su hijo, quien seguirá con el legado que dejará su padre en el futbol mexicano.