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Home run del tribunal a Morena

Esto se sintió como una liberación tras un prolongado cautiverio.

Por más de cuatro meses, Morena nos hizo rehenes de su discurso sobre el fraude electoral en Jalisco (hasta la Presidenta les creyó).

El derecho de Claudia Delgadillo a impugnar es irrebatible.

Lo criticable de su actuar surge de la forma en que la última instancia del tribunal federal bateó el fondo de su solicitud para anular los comicios del 2 de junio.

Es como el alumno que presenta su tarea y espera un diez a pesar de que entregó pura paja acumulada en un mamotreto de 57 tomos.

El magistrado Felipe Fuentes desechó los argumentos y pruebas de los morenistas bajo un razonamiento: no demostraron las irregularidades denunciadas.

Había cuatro supuestos para la demanda de nulidad.

1. Intervención de funcionarios públicos emecistas en 11 de 20 consejos distritales y en mesas de recuento de votos.

Los demandantes sólo presentaron un listado con nombres y cargos de diversas personas, sin pruebas de sus afirmaciones (lo que ya había hecho notar el tribunal local).

El expediente tenía capturas de pantalla con hipervínculos rotos o que dirigían a páginas oficiales. Al final sólo probaron que hubo dos funcionarios en mesas de recuento, pero sin demostrar cómo influyeron en el resultado.

Por la explicación del juzgador, se trató de una impugnación digna de un cadáver exquisito (técnica surrealista de escritura colectiva sin reparar en lo plasmado).

2. Inequidad en medios y violencia de género.

El magistrado Fuentes concluyó que en los dos debates no hubo violencia política de género, una de ellas, cuando Lemus llamó “Hijas de Alito” a Delgadillo y Laura Haro.

El juzgador determinó que el gobernador electo se refería al pasado político de la candidata, no a estereotipos.

También remarcó la falta de argumentos y pruebas para demostrar una cobertura parcial por su condición de mujer que acusó la candidata.

3. Traslado de paquetes electorales y cadena de custodia.

Todos incorporamos a nuestro vocabulario la llamada “cadena de custodia”, pero Morena presentó sólo dos videos aislados del traslado “irregular” de paquetes electorales en un universo de 10 mil 863 casillas.

En otras palabras, Morena como Napoleón: llegó, googleó e impugnó; y su “caudal probatorio” salió del feis.

Sobre 22 paquetes electorales computados en cero, el tribunal determinó que eran irrelevantes ante la diferencia de votos del ganador (más de 180 mil), por lo que no afectaron el resultado.

4. La discrepancia de más de cien mil votos entre la elección local y la presidencial.

Fuentes señaló que la diferencia obedeció a los sufragios en casillas especiales y al voto diferenciado. Otra “piña” para la niña.

“Las irregularidades denunciadas no fueron acreditadas con la fuerza probatoria necesaria para alcanzar el objetivo planteado por los inconformes”, finalizó Fuentes.

Lo mismo aplica para “Chema” Martínez hace unas semanas. Sólo que en su caso, como el alumno más rezagado, su demanda ni siquiera requirió una argumentación. Simplemente se desechó.

Parece que Morena no sólo necesita en Jalisco buenos cuadros. También le urgen abogados.

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