Historias inspiradoras para una vida mejor
Desde tiempos remotos, los libros fueron —junto a la tradición oral— el único medio para transferir los conocimientos acumulados a lo largo de los años. Gracias a ellos sabemos cómo ha evolucionado la humanidad. Afortunadamente, la tecnología actual facilita el acceso inmediato a descubrimientos e información generados en las más prestigiosas universidades, así como por investigadores e intelectuales independientes. La disponibilidad del conocimiento libresco, antes reservada para pocos, se ha vuelto exponencial, infinita.
La reflexión anterior es consecuencia de un hecho incidental. Resulta que, al estar dándole vuelta al control de la tele, descubrí una serie de espacios televisivos propiciados y patrocinados por una institución bancaria bajo el título “Aprendamos juntos 2030. Historias inspiradoras para una vida mejor”. En un modelo pedagógico muy bien pensado, se provoca un ejercicio en el que mentes brillantes, lejos de soltar un rollo (a veces ininteligible y farragoso), ceden la iniciativa a una audiencia plural que pregunta, cuestiona y puede, incluso, intercambiar ideas con el expositor, generando un ambiente de libertad intelectual maravilloso. Este formato nos hace sentirnos más próximos, más cercanos, haciendo que el lenguaje corporal de los ponentes facilite la comprensión de sus ideas. Finalmente, no es lo mismo leer un libro que ver y escuchar a los autores despejar las inquietudes de sus oyentes.
La nómina de personalidades y el menú de temas es amplísimo, abriendo, para el ciudadano común, una enorme oferta de conocimientos y vínculos con los creadores. Confieso que hay personajes cuya existencia desconocía, como Mariano Sigman y Stanislas Dehaene, quienes nos adentran en los secretos de la neurociencia, y Ramon Gener, quien nos lleva a “un viaje por el arte y la música a través de las emociones”. A otros ya los tenía en el radar, como a Yuval Noah Harari, historiador y filósofo israelí, autor de varios éxitos de librería, entre ellos, De animales a dioses; Juan Miguel Zunzunegui, historiador y analista mexicano, quien plantea una visión revisionista de nuestro pasado, incorporando su capacidad histriónica al texto, de tal forma que provoca el interés en conocer a mayor profundidad los hechos y sus consecuencias; e Irene Vallejo, filóloga y escritora aragonesa, vieja conocida, quien nos habla precisamente de la historia del libro. Allí le paro. La lista es interminable.
Recapitulando, les diré que la temática va, desde el conocimiento de la historia universal, hasta la física cuántica y la inteligencia artificial; desde temas literarios hasta las profundidades de la filosofía, los sonidos guturales de las primeras expresiones artísticas y la música de los grandes compositores de todas las épocas. Algo que me parece muy pertinente es que las presentaciones se dan al margen de posiciones ideológicas o proselitistas y nos ilustran sobre la vida, sus valores y su futuro. No soy dado a dar consejos, menos aun cuando no me los piden. Sin embargo, en esta ocasión, recomendaría echarse un clavado en este océano de conocimientos puesto a nuestra disposición en la plataforma de YouTube. Seguramente, si lo intentas, será de tu agrado.