Hijos de AMLO resultaron corruptazos
Por más que Andrés Manuel López Obrador asegure que “no le quita el sueño” lo revelado por el periodista Carlos Loret de Mola, quien ha exhibido a los tres hijos del Presidente incurriendo en diversos delitos; desde conflictos de interés, nepotismo y tráfico de influencias, entre otros posibles actos de corrupción, es un hecho que las denuncias administrativas y penales en contra de los juniors y sus amigos serán presentadas ante las instancias correspondientes por legisladores panistas, y entonces se verá el trato que la justicia les dará, así como si deberá ser motivo o no para robarle el sueño al inquilino de Palacio Nacional, quien, sin nada más que su palabra, rechaza las acusaciones por el simple hecho de que sus hijos “están tranquilos”.
En contraparte, hay que decir que cada una de las investigaciones en las que se muestra cómo operan los juniors ha estado sustentada con documentos, videos, audios e imágenes, sin que el padre de estos tres “talagones”, -como les llama Xóchitl Gálvez-, haya podido desmentir las afirmaciones del ex conductor de noticias de Televisa.
El Presidente de México ha sido incapaz de argumentar a favor de sus hijos porque las pruebas de su enriquecimiento están a la vista de todos, y ellos tampoco se han preocupado por manejar un perfil bajo, a excepción de Gonzalo, de quien se pensaba vivía en el país vecino del norte alejado, como decía José Alfredo Jiménez, “del bullicio y de la falsa sociedad”.
Pero nada más lejano de eso. También “Bobby”, como le llaman sus amigos, ha sido exhibido como otro integrante más dentro de lo que una investigación del portal de Latinus ha dado en llamar “El Clan”.
Y es que, hay que recordar que dos de los tres hijos mayores de López Obrador (Andy y José Ramón) ya habían sido exhibidos sacando ventaja de la posición de su padre. Pero a la historia de “La Casa Gris”, los conflictos de interés, las súbitas riquezas y los contratos multimillonarios entregados por asignación directa a sus amigos y prestanombres sin tener que concursar para ganarlos -como lo marca la ley-, incurriendo en presunto tráfico de influencias, y evidenciando al mismo tiempo la corrupción campante en el Gobierno obradorista, nos faltaba por conocer lo que estaba haciendo Gonzalo López Beltrán.
De acuerdo con la investigación de Latinus presentada el pasado martes 9 de enero en el programa de Carlos Loret de Mola, Gonzalo López Beltrán, el tercer hijo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, es el articulador de una red de negocios y de tráfico de influencias que controla miles de millones de pesos en la construcción del Tren Maya.
Amílcar Olán, íntimo amigo de los hermanos Andy y Gonzalo López Beltrán, y contratista que recibió millones de pesos del Gobierno morenista de Quintana Roo por la venta de medicamentos, fue el encargado de evidenciar los oscuros manejos que mueve “El Clan”.
A través de una serie de audios, Amílcar detalla cómo Gonzalo, quien se hace llamar “Bobby”, da órdenes, supervisa los tramos del Tren Maya y es quien opera el millonario negocio del balasto, que es la piedra triturada que va debajo de las vías del tren.
En los audios se establece la relación de amistad, confianza y cercanía que hay entre Amílcar y el tercer hijo del Presidente López Obrador. Son decenas las menciones que Amílcar hace de Gonzalo, a quien no sólo llama por su apodo, también lo trata cariñosamente como “Gonzalito”.
También hay que señalar que ninguna de las revelaciones denunciadas por Loret de Mola y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) han sido desmentidas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Como ya mencionaba al inicio, durante una reciente conferencia de prensa realizada en Querétaro, Andrés Manuel respondió a Loret que los señalamientos de presunta corrupción en contra de sus hijos no le quitan el sueño “ni a ellos tampoco porque no es cierto”, enfatizó. Agregó que si sus hijos estuvieran metidos en actos de corrupción no estarían tranquilos, y sus hijos sí están tranquilos.
El pasado miércoles, en su columna Historias de reportero, titulada “AMLO confirma la red del Gallo y los coyotes”, el periodista señala que todos los mexicanos merecemos la respuesta a la pregunta: ¿Están los hijos del Presidente López Obrador, junto con su colaborador más cercano, usando sus influencias para que se canalicen grandes contratos de Gobierno a amigos de ellos?
Loret afirma que, el pasado martes, durante su conferencia de prensa mañanera, López Obrador admitió que es verdad la columna vertebral de los reportajes que ha presentado en su programa noticioso, en el medio Latinus.
Dijo que el Presidente reconoció que Amílcar Olán es amigo de sus hijos; que su hijo Gonzalo es el Bobby de quien se habla en los audios y quien canaliza los negocios hacia su amigo, y quien supervisa todo con el aval de su papá, el mandatario nacional; que Daniel Asaf es “El Gallo”, aunque López Obrador no sabía que así lo apodaban, quien funge como enlace en todo el entramado y organiza las citas de Amílcar con los altos funcionarios del Gobierno, y con ello validó la autenticidad de los audios, y de la mano, lo escandaloso que en esos audios dice el íntimo amigo de la familia presidencial.
Señala que López Obrador confirma que sus hijos han operado e instruido para que Amílcar Olán reciba contratos del Gobierno y se le brinden todas las facilidades para obtener recursos públicos. “Sí hay influyentismo, prepotencia y deshonestidad”. Asegura que Olán, en conjunto con la familia presidencial, creó empresas en este sexenio para aprovechar estas influencias. Loret remata su columna, afirmando que Andrés Manuel se convirtió en lo que tanto criticó.
Lo cierto es que, al parecer, de parte del panismo existe la intención de que esta serie de evidencias y pruebas que contienen la serie de reportajes presentados por Loret en Latinus -y que amenaza con seguir publicando-, no quieren que quede en parte del anecdotario o que vayan a dar a un cajón a dormir el sueño de los justos y por ello el diputado federal blanquiazul Héctor Saúl Téllez, anunció la presentación de denuncias penales y administrativas para que se investigue y sancione a los tres hijos mayores del Presidente Andrés Manuel López Obrador: José Ramón, Andrés y Gonzalo López Beltrán, por presuntas redes de tráfico de influencias.
Ya veremos hasta dónde logran llegar estos recursos, en dónde se atoran, quién los atora y/o cuánto lograrán avanzar por tratarse de los hijos del Presidente y sus amigos. ¿Usted cree que habrá justicia? Yo no, al menos no en este sexenio.