Hay que terminar con la violencia que estamos viviendo
La gran convocatoria que se está llevando a cabo, a iniciativa del Episcopado Mexicano, la sociedad civil, Universidades y la Compañía de Jesús, nos da como resultado la convocatoria para llevar a cabo el “Diálogo Nacional por la Paz” que durante tres días se lleva a cabo en la Universidad Iberoamericana de Puebla, con el fin de que se tenga un diagnóstico del sistema de justicia y seguridad así como la realidad del país en estos temas, para lograr una agenda abordando los problemas más apremiantes y lograr con estrategias apropiadas y eficaces la seguridad que nos lleve a las condiciones necesarias para poder vivir en paz.
En el Diálogo por la Paz participan líderes religiosos, la sociedad civil organizada, académicos, jóvenes, grupos vulnerables, defensores de derechos humanos, funcionarios públicos, autoridades, víctimas de violencia, así como migrantes e indígenas. Como vemos, es un esfuerzo totalmente plural con diversidad de voces y del que esperamos salgan buenas y valiosas propuestas, con el objetivo de hacer una agenda nacional de paz, que sea clave para el futuro de nuestra sociedad.
Para llegar a este Diálogo por la Paz, primero se llevaron a cabo foros por todo el país, en los 32 estados, con el fin de conocer los temas de la comunidad, las causas de la violencia, la familia, el medio ambiente y el sistema de seguridad y justicia y así conocer la realidad de las regiones con el objetivo de diseñar vías hacia la paz, basadas en las buenas prácticas existentes en el país, sobre todo en tres áreas fundamentales: seguridad ciudadana, justicia cotidiana y reconstrucción del tejido social.
Hemos criticado mucho a nuestras autoridades, ya que el actuar del gobierno por su incapacidad para frenar la violencia, ha dejado que el crimen controle distintos puntos del territorio, demostrando que su política de seguridad de “abrazos no balazos” ha sido un fracaso; recuerda Andrés que nos prometiste seguridad y un país en paz.
Vivimos en una sociedad en la cual nuestra conciencia es cada día más laxa, ya que todo lo relacionado con la violencia que vivimos lo minimizamos cada vez más, le restamos importancia, actuamos con ligereza y cada día vemos todo con más normalidad, pero en nuestro país se han ido sucediendo hechos que rebasan lo imaginario, porque cuando uno cree que ya lo ha visto todo y que ya no es posible que se supere esa frontera de lo inhumano, aparece otro hecho más violento, esto puede llevarnos a un grado de deshumanización, puesto que estamos dispuestos a tolerar o normalizar la violencia ya que nuestra conciencia se hace más tolerante y laxa.
Pareciera como si en México existiera el permiso para delinquir, para asesinar, como vemos con mujeres jóvenes, con aproximadamente 12 mujeres asesinadas diariamente, con el asesinato de sacerdotes, la desaparición de tantos jóvenes, el ataque a mujeres con ácido y quemadas, los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, los migrantes quemados, violencia entre los jóvenes y en las Cámaras de Diputados y Senadores, etcétera.
Tenemos que hacer conciencia de todo lo que está sucediendo y poner un remedio, para eso debemos de impulsar la reconstrucción del tejido comunitario, comenzando con nuestras familias, las escuelas, las empresas, los espacios de trabajo, los lugares en donde vivimos, las iglesias, las organizaciones sociales, promoviendo con ánimo y respeto la formación de nuestro pensamiento social.
Una de las mejores reflexiones para esto, nos la ha dado el Papa Francisco durante la 56ª Jornada Mundial de la Paz 2023
…” es juntos, en la fraternidad y la solidaridad, que podemos construir la paz, garantizar la justicia y superar los acontecimientos más dolorosos… solo la paz que nace del amor fraterno y desinteresado, puede ayudarnos a superar las crisis, personales, sociales y mundiales”
Le deseo a esta gran iniciativa del “Diálogo Nacional por la Paz” todo el éxito que se merece y que de él salga la agenda que debamos seguir para lograr la tan ansiada paz que necesitamos en nuestro hermoso país.