Ideas

Hartos de desaparecer

El doloroso episodio de los cinco jóvenes de Lagos de Moreno desaparecidos el 11 de agosto tocó fibras muy sensibles en la mayoría de la sociedad. Puede ser porque las desapariciones masivas son más dolorosas y trágicas y, también, más mediáticas que los casos personales. Tal vez por la juventud de los cinco amigos que vivían en el mismo barrio y que se conocían desde jóvenes. O tal vez por los adoloridos mensajes de sus padres y familiares.

Pero pareciera que este caso ha tocado más las fibras de los más jóvenes, justo porque Roberto, Diego, Uriel, Jaime y Dante tenían entre 19 y 22 años, y los que comparten esa edad se miran en el trágico destino que podrían padecer, viviendo en un Estado como Jalisco, que es el epicentro de las desapariciones del país y donde cada día se reportan ocho desaparecidos de los cuales apenas la mitad regresa a su hogar.

Parece que está ocurriendo algo parecido a lo que ocurrió en marzo de 2018 cuando desaparecieron en Tonalá tres estudiantes de cine del CAAV, episodio que desató una oleada de movilizaciones de jóvenes y estudiantes en las semanas posteriores. Incluso motivó paros y huelgas en algunas escuelas de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Quizá por empatía por su condición de jóvenes y estudiantes, la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), que aglutina al alumnado de la UdeG, convocó a una jornada de protesta y por la paz con paros activos el lunes pasado en todos los centros universitarios y planteles de esta casa de estudios.

Además de hacer el paro de labores, un grupo de estudiantes del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdeG llevó a cabo un cierre vial en el Periférico y Parres Arias el mediodía del lunes. En medio de los autos varados y frente a sus compañeros que impedían el tráfico, una joven estudiante expresaba en un megáfono los motivos de la protesta. 

Esto es parte de lo que dijo: “(…) Tenemos más de 14 mil desaparecidos, hoy estamos aquí porque desaparecieron a cinco jóvenes y porque el Gobierno de Alfaro no hace nada. Porque somos el Estado número uno con más desaparecidos, estamos aquí porque estamos cansados y hartos de impunidad, porque el centro universitario que debería ser más crítico no toma las calles, y hoy les demostramos que el CUCSH toma las calles porque estamos cansados de que nos sigan desapareciendo, porque el Gobierno no nos cuida, porque la Policía no nos cuida, porque los únicos que nos vamos a cuidar somos nosotros. Y tengan algo por seguro, que si un día uno de ustedes desaparece, todas las personas que estamos aquí vamos a salir a las calles”. El video fue grabado y subido a sus redes por los colegas de Zona Docs.

“Estamos hartos y cansados de que nos sigan desapareciendo”, gritaba a los automovilistas varados la joven estudiante. Y tiene razón, los más jóvenes son los que más desaparecen en Jalisco, el estado líder en desapariciones en el país con más de 15 mil personas ausentes.

El grupo de edad de 25 a 29 años es el que tiene más personas ausentes con 2,673 casos, de los cuales 2,068 son hombres y 605 mujeres. El siguiente grupo de edad donde hay más desaparecidos es el de 24 a 25 años con 2,175 casos; 1,878 son hombres y 297 mujeres. Y el tercer grupo de edad es el de 30 a 34 años con 2,050 desaparecidos; 1,850 hombres y 200 mujeres, de acuerdo al Registro Nación de Personas Desaparecidas o No Localizadas (RNPDNO), según nota de Rubí Bobadilla publicada aquí en El Informador (11 junio 2023).

Por más que se quiera evadir la realidad, o que incluso no se tenga el hábito de leer medios de información, todos los jóvenes se enteran por redes sociales cuando hay casos de desaparición como el ocurrido en Lagos de Moreno. Y en estos casos, surge el temor de que algo así le pase a tu familia o tus amigos, pero del temor puede que surja el hartazgo y la rabia y de esos sentimientos, puede que se nazcan las ganas de hacer algo, como estos estudiantes que pararon el tráfico porque están hartos, como jóvenes, de seguir siendo desaparecidos en un Estado donde el Gobierno ni la Policía los cuida. Y prometen cuidarse entre ellos. Mejor hartos que resignados. 

rubenmartinmartin@gmail.com

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