Haiga sido, como haiga sido… eso decidió el pueblo
Luego de 60 días de campaña en los que lo que menos hubo fueron propuestas serias y apegadas a las atribuciones constitucionales correspondientes; después de años de padecer una ineficiencia que en muchos casos ha llegado a ser mortal y en otros desquiciante, el pueblo que salió a votar dejó en las urnas su poder para iniciar una vida nueva, plena de libertad y de conciencia, y la oportunidad para poner manos a la obra en busca de un Jalisco y un México mejor, justo y seguro.
Los números, las cifras nos debelarán hoy qué es lo que podremos esperar para los próximos tres años de gobierno –o más-, y luego de unos días, las maquinarias empezarán a trabajar de nuevo en pos de la siguiente posición política. Desafortunadamente, pocos, muy pocos se habrán de abocar a establecer los planes de trabajo para intentar solucionar los múltiples problemas que padece la ciudadanía, porque como dijo “ya sabes quien”… esas sólo fueron expresiones de campaña.
Al parecer la memoria se borró de nuevo, de nada o de muy poco sirvieron los llamados a la conciencia. Según las cifras oficiales y las evidencias sufridas, los gobiernos actuales no muestran ni marginalmente competencia alguna en materia de seguridad (cientos de asesinatos a plena luz del día y de fosas comunes encontradas); levantones, secuestros, cobros de plaza, asalto a transeúntes, robo de autos y en casas, y toda una larga lista de actos indeseables.
Meses sin agua, y ni siquiera la temporada de lluvia podrá aliviar la situación, porque el gobernador ya dijo que esa no es opción. Corrupción monopólica para entregar agua en pipas, mediante cuotas.
Compras multimillonarias del gobierno sin licitar o con licitaciones amañadas (observadas por la Contraloría). Calles con exceso de baches y sin luz; exagerado aumento del predial y del costo en el transporte público, sin que en ninguno de los dos casos exista una retribución palpable para la sociedad.
APUNTE
Explicaciones múltiples de los diferentes escenarios hubo (a través de todos los medios masivos); exhibición de pruebas y antecedentes de los personajes involucrados, también. Experiencias personales sufridas por los jaliscienses debido a las maniobras de funcionarios sin escrúpulos en busca de beneficios personales y de grupo, son el “pan de cada día”.
La alta ineficiencia e ineficacia de los gobiernos en turno saltan a la vista, luego entonces, ¿podría entenderse que fueron más los ignorantes de los ignorantes (de los que se pudiera decir que no tienen culpa), y los más miserables de conciencia, que por lo que perciben en alguna nómina quincenal, a través de algún programa social, o por las ya famosas 30 monedas, los que votaron y vendieron su libertad de ser?… haiga sido, como haiga sido, ahora, no quedará otra que cada quien “rascarse con sus propias uñas”.