Habemus tren
Seis años y más de 30 mil millones de pesos después parece que, ahora sí, tendremos Línea 3 del Tren Eléctrico en Guadalajara. No sé si se subestimó el precio original, si hubo corrupción o, conociendo mi país, una mezcla de ambas, pero finalmente ya tiene fecha de puesta en operación.
Espero, por el bien de todos, que se investigue en serio qué pasó en esos seis años de obras, cuatro y cacho del sexenio pasado y 20 meses del actual, y se transparenten todos los documentos, todas las decisiones por el simple hecho de que tenemos derecho a saber y corroborar que lo que se hizo con nuestro dinero se hizo correctamente. Es lo mínimo que esperaríamos de un gobierno que dice combatir la corrupción y que ya no hace las cosas como los de antes.
Dicho esto, el tren en el que nos subiremos los tapatíos en nueve días es una maravilla y puede cambiar la vida de decenas de miles de personas a lo largo de los 22 kilómetros de la diagonal Zapopan-Guadalajara-Tlaquepaque. La calidad de la construcción, pero sobre todo del tren, tiene altos estándares. Las líneas 1 y 2 nos tienen acostumbrados a una gran calidad en el servicio; la 3 las supera.
El tren en el que nos subiremos es una maravilla y puede cambiar la vida de decenas de miles
Además de conectar tres centros urbanos de municipios conurbados, el gran aporte de la Línea 3 es que hace sistema, esto es que conecta de manera directa sin tener que salir de la estación con las líneas 1 y 2 y cruza con el Marcobús de la Calzada Independencia y próximamente con el Peribús. Ir de Tetlán a Zapopan, de Mexicaltzingo a Tlaquepaque, de la colonia del Fresno al Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) con un solo boleto es lo que hace realmente el cambio en la movilidad.
La Línea 3, desde que hace años discutíamos si era mejor un BRT o un Tren Eléctrico, nos dejó muchas enseñanzas como sociedad. La más importante es que tenemos que despolitizar las decisiones técnicas sobre transporte. Fue un gran gesto del gobernador Alfaro haber invitado a los exgobernadores Aristóteles Sandoval y Emilio González Márquez, reconociendo que esto que estamos por inaugurar tiene historia. De ahí la importancia que la Línea 4 que se está planeando en el sur de la ciudad sea también parte de un sistema, que entronque en algún punto con las líneas de tren ya existentes y no sólo con el Macrobús y Peribús. El costo y la complejidad es mucho mayor si en lugar de terminar en periférico se conecta con la Línea 1 en la estación España o en Isla Raza, pero es más importante hacerla bien que hacerla rápido, dejar un legado a la ciudad y no sólo ponerle palomita a un compromiso de campaña.
(diego.petersen@informador.com.mx)