“Golda” y el juez
En el Estado de México, un juez absolvió a un hombre acusado de abusar sexualmente de su pequeña sobrina. En la audiencia, el juzgador argumentó que aunque la víctima, una niña de 4 años de edad, corroboró los tocamientos, no supo precisar fecha y hora de la agresión.
“Usted vio a mi hija, ¿no le creyó?”, le cuestionó la mamá de la víctima al juez Juan Manuel Alejandro Martínez Vitela, cuando este terminó de leer la sentencia.
“Desde luego que le creí en el tema del tocamiento; su hija jamás mencionó el tema del lugar, el día, el horario”, respondió el juez, con un argumento carente de perspectiva de infancia, como si la pequeña que fue víctima estuviera obligada a precisar los elementos de tiempo y lugar.
En nuestro sistema de justicia, al Ministerio Público (MP) le corresponde aportar las pruebas para que el juez las valore y emita su resolución. Además, según el “Protocolo de Actuación para quienes imparten Justicia en casos que involucren niñas, niños y adolescentes”, los juzgadores deben considerar que los infantes no cuentan con la capacidad de elaborar un relato desde la lógica de un adulto.
“Para un adulto, el manejo de convenciones y abstracciones como la hora del día, la fecha, el mes y el año son conceptos incorporados de manera habitual. Sin embargo, se trata de construcciones abstractas que un niño no tiene la capacidad cognitiva de comprender. Esto significa que un niño no puede manejar conceptos como fechas, minutos, horas, semana, mes o año”, señala el documento.
El video de la resolución del juicio circula en redes sociales y ha desatado protestas contra el fallo, cuestionando si la sentencia que liberó al presunto agresor se emitió con perspectiva de infancia y velando por el interés superior de la menor. Incluso, en el Senado ya se solicitó la destitución de Martínez Vitela a raíz de este caso.
Después de dos años en que la pequeña ha sido sometida a terapias y peritajes durante el juicio, su familia deberá decidir si apelan la sentencia para que sea revocada (o se modifique o se confirme)… y se haga justicia.
“Golda”: el contraste
En Sonora, tres menores que también fueron víctimas de abuso sexual se presentaron en los juzgados para rendir su declaración. Como parte de la estrategia, durante la audiencia estuvieron acompañados de “Golda”, una perrita entrenada para dar soporte e incidir en el estado de ánimo de infantes que han pasado por situaciones traumáticas, víctimas directas de un delito.
Durante la audiencia uno de los infantes sufrió un bloqueo emocional y no podía narrar lo que vivió; entonces, la presencia de la golden color canela lo tranquilizó y el menor finalmente pudo declarar. Al acusado lo condenaron a 63 años de prisión.
“Si el niño o niña no posee las herramientas internas para afrontar la angustia, quien toma la declaración puede tomar medidas efectivas para que las situaciones que pueden ser estresantes puedan manejarse sin causar niveles de angustia”, señala el protocolo antes citado. Este fue creado para que los procesos judiciales (elaborados para adultos) tomen en cuenta las características y necesidades específicas de los menores.
“Golda” forma parte de un programa de la Fiscalía General de Justicia de Sonora, para acompañar a los menores víctimas de un delito durante el juicio y evitar su revictimización. El criterio, tacto y trato para las y los infantes en procesos judiciales puede ser contrastante en nuestro país, donde la justicia depende de que una pequeñita diga dónde y a qué hora fue agredida.