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Gobierno obradorista consolidó este 2023 la destrucción del sistema de salud

Este 2023, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador prácticamente logró consolidar la destrucción del Sistema Nacional de Salud que comenzó con una serie de dislates a partir del anuncio de la cancelación del Seguro Popular en 2019, que ya anticipaba un notorio atentado contra las instituciones de salud, y que culminó a mediados de este año con la cancelación de más de treinta normas oficiales mexicanas en la materia relacionadas con padecimientos o grupos de edad que tienen un peso significativo en la carga de la enfermedad y que violentan la aplicación de la garantía social.

En el listado de las normas canceladas se encuentran las que tienen que ver con algunas enfermedades que tienen un alto peso en la carga de la enfermedad, tal es del sobrepeso y la obesidad, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial. No hay lugar a dudas del gravísimo error al considerar superadas el problema de la obesidad y el sobrepeso, así como la diabetes mellitus y la hipertensión que son los problemas de salud más importantes en el presente y el futuro de la salud en México, y que representan una carga no sólo para la población sino también para las instituciones de salud. También se descartan los tratamientos para la tuberculosis, y las enfermedades bucales y el cáncer prostático, como si estos no fueran problemas de salud pública.

José Cuauhtémoc Valdés Olmedo, asesor en Promotora Social México y ex coordinador general de la Fundación Mexicana para la Salud, escribió al respecto en una colaboración para Nexos:

La misoginia gubernamental se expresa en las normas canceladas que afectan la salud de las mujeres. Se abandona el cuidado de la mujer, no sólo de la embarazada sino de también de las jóvenes. Para el Gobierno federal no es necesario ni importante la atención oportuna del cáncer cérvico uterino, del cáncer de mama, de las dislipidemias o la osteoporosis, y no sólo las infecciones de transmisión sexual. Pero asombra desdecirse del fomento, protección y apoyo a la lactancia materna. No hay duda sobre el abandono de la salud de la mujer en las prioridades de salud de la 4T. La vacuna del papiloma humano o el Papanicolaou son procedimientos innecesarios para ellos. La mortalidad materna sigue siendo y con esto seguirá siendo uno de los grandes rezagos de la salud en México.

No sólo la mujer, también el niño está abandonado a su suerte; no es, de ninguna manera, prioridad nacional el futuro de los niños y del país. No importa la protección de la salud del niño, desde recién nacido hasta el inicio de la juventud. Por ello la cancelación de la atención a la salud del niño, la promoción de la salud escolar, pues no basta con la supresión de los comedores escolares, el tratamiento y control de las enfermedades por deficiencia de yodo, la salud en materia alimentaria o la atención a la salud del grupo etario de 10 a 19 años de edad. ¡Todos al paredón de la salud! No hay duda, no basta con desatender a los niños con cáncer; ahora hay que desatender a todos los niños de México.

Y no se quedan atrás la asistencia social alimentaria a grupos de riesgo, o la asistencia social a adultos y adultos mayores en situación de riesgo y vulnerabilidad o la asistencia social para niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo y vulnerabilidad. Que sigan siendo vulnerables. Los grupos de riesgo, en especial los ancianos no importan en su atención, sólo en la retribución electoral que puedan tener por su pensión, a todas luces insuficientes para atender sus necesidades sociales.

Y una verdadera corcholata: el rezago de la salud mental. Ya no es necesaria la prevención, tratamiento y control de las adicciones o la atención integral hospitalaria médico-psiquiátrica; hay que cerrar los hospitales psiquiátricos, todos. México seguirá ostentando la mayor deficiencia en la atención de la salud mental de los mexicanos.(01/06/23).

De ahí la importancia de una resolución histórica que tomó el pasado jueves 21 de diciembre la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), al dictaminar que el Estado tiene la responsabilidad de asegurar el suministro oportuno de medicamentos, garantizando así el derecho fundamental a la salud de los ciudadanos.

Esta determinación derivó de un caso en el que un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) omitió entregar de manera adecuada un medicamento a un paciente, quien, ante la urgencia, tuvo que adquirirlo por su cuenta.

En la resolución, la SCJN subrayó que la vulneración al derecho a la salud se materializa desde el momento en que el medicamento no es suministrado de manera oportuna.

En casos de enfermedades que requieren medicación periódica, el Estado debe actuar con diligencia, ya que de ello dependen la vida, la integridad y la seguridad de las personas.

La sentencia establece que, en situaciones donde el Estado no cumpla con el suministro adecuado del medicamento, deberá reembolsar al paciente los gastos incurridos en la adquisición por cuenta propia. Esta medida busca resarcir la vulneración al derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental.

La decisión de la Primera Sala enfatiza que el artículo 4º constitucional reconoce el derecho a la protección de la salud como un servicio básico que incluye la atención médica.

La Corte afirmó que las autoridades de salud tienen la obligación de implementar acciones destinadas a medir y favorecer el derecho a la salud, en cumplimiento con los principios establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Esta resolución destaca la importancia de garantizar el derecho humano a la salud y refuerza la idea de que el Estado debe cumplir con un deber concreto y constante de avanzar hacia la plena realización de este derecho, conforme a los estándares jurídicos y la progresividad que exige la Constitución.

La SCJN reiteró la necesidad de salvaguardar la salud de los ciudadanos como prioridad fundamental.

Así las cosas, no queda sino aplaudir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación una muestra más de su valentía para enfrentar al Ejecutivo federal. Sin embargo, a los ciudadanos nos queda la tarea de seguir respaldándola y defendiéndola, sencillamente porque si la dejamos sola su destino ya está trazado en Palacio Nacional. López Obrador quiere su destrucción y si lo consigue ya no habrá quien nos defienda del oficialísimo y la dictadura.

opinión.salcosga@hotmail.com

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