Glosa para dormir
La glosa del Primer Informe de Gobierno resultó un día de campo para los funcionarios estatales que comparecieron en el Congreso.
Sólo la priista Mariana Fernández se autoasignó el papel de avispa que molesta el pícnic con sus preguntas. Como cada glosa, el ejercicio resultó tedioso. Los legisladores del partido en el poder asumen el rol de aduladores y la oposición el de críticos.
La novedad fue que en la reunión de ayer, literal hubo aplausos a cada uno de los funcionarios en su presentación.
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También durante glosa, el sheriff legislativo Salvador Caro se tomó la molestia de destinar unos segundos para levantarse de su lugar y dirigirse al “corralito” asignado a la prensa para solicitar que le bajaran a los murmullos.
Luego se aclaró que la observación no llevaba tono de reclamo, sino que fue en plan jocoso.
La realidad es que, ante el tedio de preguntas mal leídas y respuestas cargadas de demagogia, hasta el más serio observador cae en la tentación de comentar algún punto.
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Por cierto, quien ya puso sus barbas a remojar es justo el emecista Salvador Caro, luego de que el gobernador Enrique Alfaro le vetó la Ley de Amnistía sin previo aviso (siendo de la casa). Hay quienes ven un fuerte distanciamiento entre ambos personajes.
Mientras, otros diputados muestran una fuerte cercanía y hasta se van de gira con el gobernador a inaugurar obras en municipios. El mensaje a Caro, hasta ahora, es diferente desde Palacio de Gobierno.
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David Gómez Álvarez, nuevo miembro del Comité de Participación Social del Sistema Estatal Anticorrupción, se estrenó con falta.
Resulta que al Comité le encargaron evaluar a los aspirantes a Procurador de Desarrollo Urbano del Estado. Sin embargo, al ex subsecretario de Planeación no se le vio para nada.
¿La razón? Anda en Buenos Aires en un congreso. Ahí avísenle que ya entró al sistema y no es un hobbie; se le paga.