GP de Arabia Saudita en cuatro apuntes
AUTORIDAD
Para destacar la victoria de “Checo” por los caminos normales hay que hablar de trabajo, recuperación, precisión, etcétera. Pero, para hablar verdaderamente de lo que tiene significado más allá de las formas superficiales, “Checo” triunfó en Arabia con “au-to-ri-dad”.
¿Por qué? Simple y sencillamente por la manera en que, haciendo gala de educación y madurez, ante la orden velada de equipo respondió cuestionando las órdenes del pit wall que, seguramente, venían de Christian Horner.
“Checo” dijo: “¿Cómo me piden que baje el ritmo?, ¿Estamos compitiendo, o no?” una manera contundente de eliminar la orden de equipo que le impusieron el año pasado en Barcelona. Checo, en plan autoridad.
INCOMODIDAD
Esa es la palabra. Mientras Max Verstappen no sienta que “Checo” está en ritmo de clasificación, con tanques ligeros, en la misma zona que el piloto neerlandés, este seguirá en su zona de seguridad.
Arabia le dio a “Checo” la primera oportunidad para “pisar-el-terreno-de Max” este año y eso claramente incomodó al campeón, hasta el punto en que decidió llevar por su cuenta el ritmo de vueltas rápidas y arrebatar el punto adicional para que “Checo” no saliera del circuito de Jeddah siendo líder del Mundial de Pilotos. Es decir, sí hay punto débil.
FIABILIDAD
Me llamó la atención que uno de los conceptos en las declaraciones de Max, hizo referencia a la paridad de los autos y a los problemas de confiabilidad de Red Bull, que aún son menores, pero que pintan como para dar dolores de cabeza si no les atienden eficazmente y de inmediato.
Max, quien sabe su papel preponderante que, con seguridad, está estipulado bajo contrato, se “cubrió” y sembró la duda de que su auto pudo fallar por descuido del equipo.
Para mitigar las malas ideas, lo mejor que puede pasar a Red Bull es que, paradójicamente, el auto que falle en algo -cualquier cosa- sea el de Pérez. Sería peor que las habituales órdenes de equipo.
TEATRALIDAD
Amigos, no se claven con lo del papá de Max. Es cierto que le puso mala cara a “Checo”, pero también es cierto que los personajes de la F1 son entes dispuestos, incluso, al teatro para poder dejar constancia de su posición.
Jos Verstappen, así como se dio cuenta que él no pudo nunca alcanzar a Schumacher, o Hakkinen, entre otros, tan sólo con sus manos, sabe que “Checo” le ganó “derecho” a Max. Por eso creo que la expresión ante el festejo del mexicano, que fue honesta por inmediata, Jos Verstappen quiso contraatacarla con una mala cara, algo teatral.
La verdad se vio en pista.