Futbol sin balón

• Los dirigentes de clubes de la Liga MX han aprovechado la crisis financiera ocasionada por la pandemia del Coronavirus, en beneficio de sus intereses económicos, pero lamentablemente en detrimento de los futbolistas.
• Pongamos por ejemplo a los clubes que cambiaron de nombre y sede, tanto en Primera División como en Liga de Ascenso: Mazatlán FC en lugar de Monarcas Morelia, Cancún FC en vez de Cafetaleros de Chiapas y Atlético Morelia adquiriendo la franquicia de Zacatepec.
• En todos estos movimientos los dirigentes no pidieron parecer a los y las futbolistas para hacer la mudanza a una nueva plaza, sólo actuaron en su beneficio, ocasionando a los jugadores quebranto en su vida personal y familiar, pues en la mayoría de los casos no les dieron ayuda para el menaje, ni apoyo de nueva vivienda y mucho menos amparo en las escuelas de los hijos.

Lo mismo sucedió a los futbolistas del Atlante con el cambio de sede de Cancún a la Ciudad de México.

• Pero aún les fue peor a los jugadores de Gallos Blancos de Querétaro porque en la compra-venta de la franquicia, se le ocurrió al propietario original (Grupo Caliente), llevarse a Tijuana a los elementos más destacados del conjunto queretano, bajo condiciones desventajosas para los futbolistas, con premisas semejantes a éstas: lo tomas o lo dejas, te vas o te quedas, te damos tanto de salario y si quieres, los adeudos de tu club anterior no los reconocemos y si quieres demándanos.

Ante tales encrucijadas la mayoría de futbolistas optaron por aceptar las reducciones de salario y contratos pisoteados con tal de tener trabajo y no dejar de jugar.

En estos contextos entran también los jugadores del Atlante que fueron movidos a la franquicia de Gallos Blancos y los de Mineros de Zacatecas con nuevo dueño.

• Para colmo, con el nacimiento de la Liga de Expansión se quedarán sin trabajo aproximadamente un 60% de jugadores que militaron el torneo pasado en la Liga de Ascenso, entre mayores de 23 años y futbolistas no nacidos en México, pues los dueños de clubes han tenido que liquidar gran parte de sus planteles, porque la nueva reglamentación sólo permitirá a ocho jugadores en cancha, en combinación de mayores y extranjeros.

El rasero utilizado por los clubes del Ascenso MX para desprenderse de futbolistas mayores de 23 años e importados es unilateral y sin margen de lucha o reclamo, ni protección para los futbolistas.
 

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