Fernando debe tener su lugar en Cooperstown
Dice la máxima popular: “honor a quien honor merece”, y es por ello grato el que en fechas recientes se hayan suscitado dos eventos en homenaje a Fernando Valenzuela Anguamea, quien sin lugar a dudas es el más importante pelotero mexicano histórico, en acordancia a su exitosa trayectoria, su comportamiento ejemplar como deportista y humano, además de la trascendencia e influencia comunitaria.
Y es que en reconocimiento al también llamado “Toro de Etchohuaquila” por su paso en diversos equipos del beisbol de las Grandes Ligas, la Liga Mexicana de Beisbol (LMB)tuvo el buen gesto de haber establecido el pasado 6 de julio de 2019 como “El Día de Fernando Valenzuela”, y por ese motivo, los 16 equipos que integran el circuito portaron en esa fecha el número 34 que Valenzuela usó durante su transitar exitoso por el mejor beisbol del mundo, siendo relevante el que a partir del día siguiente de la fecha en que se homenajeó a Fernando en la LMB, el número 34 fue oficialmente retirado, por lo que nadie más podrá utilizarlo tanto en la actual campaña como en las futuras temporadas del circuito estival beisbolero profesional en México.
El otro gran suceso fue que hace pocos días, los Dodgers de Los Ángeles decidieron merecidamente honrarlo como parte de los más destacados peloteros que históricamente han estado en sus filas, en el selecto grupo denominado “Leyendas del Beisbol de los Dodgers”, que para ser más claros, es algo así como el Salón de la Fama del icónico equipo californiano, con lo que así, formalmente es ya Fernando un ícono de dicha organización beisbolera, indudablemente de las más influyentes en el ánimo de la fanaticada al Deporte Rey.
Hay que recordar que en el año 1979 llegó Valenzuela a los Misioneros de San Antonio, la principal sucursal en Ligas Menores de Dodgers, y el 10 de septiembre de 1980 fue ascendido al equipo grande de los albiazules, siendo que en la campaña de 1981 abrió el juego inaugural en el Astrodome de Houston, ante la lesión del zurdo Jerry Reuss, que era el anunciado y ganó el juego por 2-0, siendo el primero de sus ocho triunfos al hilo, ligando además 36 innings sin aceptar carrera y resultando una gran campaña al haber endilgado 180 ponches, lanzando 11 juegos completos con un total 192 innings y un tercio, logrando superar así al estelar Tom Seaver en la lucha por el Trofeo Cy Young, ganando además el galardón “Bate de Plata” al mejor bateador entre los lanzadores de la Liga Nacional.
Fernando Valenzuela participó en cinco Juegos de Estrellas, en 1986 ganó 21 juegos y en 1990 lanzó juego sin hit ni carrera ante los Cardenales de San Luis, habiendo logrado 173 victorias durante 11 temporadas con Dodgers con un promedio de efectividad de tan sólo 3.54 carreras limpias admitidas por cada nueve innings lanzados para los californianos.
Además de su gran desempeño con Dodgers, participó con Serafines de Anaheim, Orioles de Baltimore, Phillies de Filadelfia, Padres de San Diego y Cardenales de San Luis.
Mención especial merecerá su desempeño tanto la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) como en el circuito estival la LMB, siendo muy emocionante recordar su paso por Charros de Jalisco, quienes ya lo han homenajeado, haciendo falta el honor que deben rendirle en la propia Liga invernal, además que se deba conjuntar esfuerzos entre Dodgers, la LMB y la LMP, además de ahora también con el respaldo de la oficina presidencial para la promoción y el desarrollo del beisbol (PROBEIS), para impulsar a Fernando al Salón de la Fama de las Grandes Ligas, pues merece tener su lugar, junto a los grandes como él, en Cooperstown.
@salvadorcosio1
bambinazos61@gmail.com