Ideas

Feminismo desconfinado

A dos años de la histórica movilización feminista del 8 de marzo de 2020 que convocó en las calles a cerca de 40 mil mujeres en la Glorieta de los Desaparecidos, el movimiento feminista de Guadalajara volvió a salir a las calles en una manifestación con más de 15 mil mujeres. La marcha de ayer muestra que a dos años de la pandemia, y de los efectos que el confinamiento dejó en las luchas sociales en el mundo, las distintas colectivas, organizaciones y redes que conforman el movimiento feminista están de vuelta y desconfinadas. 

Desde ayer en la noche algunos titulares de medios tradicionales se centraban en el enorme congestionamiento vial que las manifestaciones por el 8 de marzo ocasionaron en la zona metropolitana, o en los vidrios rotos de algunos edificios, como el administrativo de la Universidad de Guadalajara. Pero la nota que realmente importa no es el congestionamiento o algunos vidrios rotos, sino la capacidad organizativa que demuestran las colectivas y organizaciones que conforman el movimiento feminista de Jalisco.

Detrás de cada manifestación que convoca a las calles a denunciar y cuestionar la violencia patriarcal y la afirmación de derechos de igualdad, hay una enorme capacidad de auto-organización.

En las pancartas que se portaban en las manifestaciones de ayer se leían las consignas tradicionales y centrales contra la violencia machista, como “Ni una menos”, “Nos queremos vivas”, “Que ser mujer no nos cueste la vida” y otras más que dan cuenta de la reafirmación de una identidad que se siente fuerte y poderosa como “Libres, poderosas, vivas y sin miedo”. 

Más allá de los números de las manifestantes que logren las convocatorias feministas, lo relevante es que este movimiento se ha convertido en el principal movimiento antisistémico en Jalisco al organizar y transformar la subjetividad política de miles de mujeres (y espero que también de algunos hombres) que con ello logran cambiar su realidad y enfrentar la estructural violencia patriarcal, con otras herramientas y significados.

Al mismo tiempo, el movimiento feminista logra convocar y articular en una misma lucha contra todas las formas de violencia a otras organizaciones y movimientos como el que conforman los colectivos de familias que buscan a sus desaparecidos al que cedieron el primer espacio en la manifestación de ayer el conmemorar el Día Internacional de las Mujeres. “Seamos la voz de los que no están. Hasta encontrarlos”, se leía en la manta que portaban integrantes del colectivo Por Amor a Ellxs. 

Y esta convocatoria a conmemorar el 8 de marzo como el Día Internacional de las Mujeres, se hace sin caer en el victimismo, aunque las cifras e indicadores de la violencia machista en todas sus expresiones lo haría justificable. Como me explicó en entrevista en Radio UdeG, Guadalupe Ramos, del Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer: el 8 de marzo no sirve sólo recordar las cifras de feminicidios o desaparecidas, sino para mostrar la capacidad de organización del movimiento feminista. “El 8 de marzo significa reflexionar sobre lo que es ser mujer en estos tiempos, a pesar de una lucha real y muy constante del movimiento feminista, desde hace muchos años, que todavía tengamos tantas deudas pendientes y una de esas deudas es el derecho a una vida libre de violencia, así como ser titulares plenas de derechos”. 

Pero con todo y las deudas pendientes, el movimiento feminista en el mundo, especialmente en América Latina y México, ha sido el movimiento social que más ha desafiado al sistema y que más ha revolucionado las conciencias. Así lo demostró el movimiento feminista en Guadalajara con sus manifestaciones multitudinarias este 8 de marzo. El movimiento feminista ya salió del confinamiento y seguramente jamás volverá a ser confinado. 

rubenmartinmartin@gmail.com / @rmartinmar

Síguenos en

Temas

Sigue navegando