Fauda
La desaparición de la Unión Soviética ha provocado la construcción de nuevos enemigos de la sociedad occidental, encarnada en eso que llamamos convencionalmente la democracia norteamericana. Así hemos visto varias espléndidas series cuyos antihéroes son los narcos latinoamericanos, los mafiosos rusos y norteamericanos y los terroristas árabes.
Desde hace unos años nos ha tocado conocer varios proyectos que han surgido en la televisión israelita y que tienen como telón de fondo a los diferentes movimientos nacionalistas árabes y musulmanes que desde Al Qaeda han surgido de una manera anárquica, masiva y constante. Una metástasis que ha consumido a distintas regiones.
Quizá la primer noticia de la emergencia de la televisión israelí ocurrió con la serie “Prisioneros de guerra”, que sirvió de base para la realización de “Homeland”, protagonizada por Clara Danes y que describe, a lo largo de 8 temporadas, los diferentes esfuerzos de la inteligencia norteamericana para llegar a un acuerdo de paz con los diferentes rostros de la jihad.
En “Fauda” (Caos) encontramos, a lo largo de tres temporadas, las diferentes misiones que un comando antiterrorista de élite enfrenta, en este caso las misiones ocurren en Israel y en los territorios que controla la autoridad palestina. El comando tiene una particularidad, todos sus integrantes hablan árabe, lo que les permite infiltrarse con cierta facilidad. El comando antiterrorista está liderado por un peculiar exsoldado: Dorón, un fumador, con sobrepeso y un arrojo casi suicida.
El comando además se integra por un capitán, un francotirador, dos soldados operativos y una mujer que generalmente viste al estilo de las árabes; este es el microcosmos de un núcleo humano que vive tres grandes misiones: debe localizar a un terrorista al que apodan “el Pantera” y que se pensaba que estaba muerto y que prepara un gran ataque (temporada 1), el grupo árabe no resiste el asedio y uno de los discípulos de “el Pantera” emerge con un nuevo liderazgo y trata de vengarse de la traición de su esposa y para ello surge una difícil alianza con la versión palestina de Isis (temporada 2) y finalmente en la temporada 3 se deben de infiltrar a la franja de Gaza para rescatar a dos jóvenes rehenes.
“Fauda” no tiene muchas pretensiones, el comando nunca se cuestiona sus métodos, que incluyen el asesinato y la tortura y donde la visión de la mujer es bastante esquemática; en lo esencial es una conservadora serie de acción, su principal virtud es que es una visión muy próxima de las raíces de un conflicto que rebasa lo político y marca a nuestro tiempo.