Fandango Mexicano
Ya era justo y necesario. Para cubrir un poco el amplio receso entre temporada y temporada -de mediados de julio a finales de octubre-, la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) programó, en estas postrimerías del “mes patrio”, un Concierto Mexicano. Enmarcadas entre un clásico -Sones de Mariachi, de Blas Galindo-y otro que está en vías de serlo -el Danzón No. 2 de Arturo Márquez-, se programaron, con indudable buen gusto, tres piezas de autores mexicanos contemporáneos, en presencia de los mismos, que fueron generosamente recompensadas por el público.
Con tres cuartos de entrada en el Teatro Degollado y con Jesús Medina Villarreal, director titular de la OFJ, al frente del ensamble, la velada se abrió con una brillante interpretación de la obra que quizá sea, a la par con el Huapango de Pablo Moncayo, la pieza sinfónica mexicana más conocida, tocada y gustada de todos los tiempos. Sobresalieron los solos de oboe y trompeta, y el cuarteto de violines, viola y cello.
Miguel Ángel Villanueva fungió como solista en el Concierto-Son para Flauta y Orquesta de Arturo Márquez. Agradable y vivaz en el primer movimiento; calmo y apacible en el segundo, con las cuerdas inicialmente y después la clave y un sexteto de alientos en apoyo de un monólogo del instrumento solista que pasó de lo introspectivo a lo virtuosístico, el Concierto-Son culmina con una melodía que sugiere temas de bolero, resuelta mediante pasajes rápidos, rítmicos, de sonoridad creciente.
La Bacanal del Concierto para Viola -sin la viola-, de Eduardo Angulo, abre con melodías y armonías que sugieren reminiscencias de Porgy & Bess o de West Side Story; prosigue con un tema cantábile, también con aires de bolero, y se resuelve con un final brillante.
Mosaico Mexicano, la obra más conocida de Arturo Rodríguez, incorpora elementos característicos de la música popular mexicana -arpa, trompetas, imitaciones de chirimía-, y desarrolla una partitura festiva, seductora, de incuestionable valor estético.
La OFJ cerró el programa con una creación del Danzón No. 2, de Márquez, con el que está muy familiarizada -lo ha tocado varias veces y lo llevó a su gira europea del año pasado- y que ya adquirió, a plenitud, carta de ciudadanía en todos los repertorios.
El público lo pidió… y hubo “pilón”.
El programa se repite este domingo, en la misma sala, a partir de las 12:30 horas.