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Es definitivo, ¡ganó Lemus y ganó Jalisco!

Finalmente, se consolidó lo que debía ser. Los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación realizaron su labor, dejaron de lado presiones que seguramente recibieron para haberlo hecho de forma distinta, y se ratificó el triunfo de Jesús Pablo Lemus Navarro como gobernador de Jalisco para el periodo 2024-2030.

El magistrado ponente, Felipe Fuentes Barrera, realizó un análisis bastante sólido en relación con el proceso mismo de impugnación, específicamente con lo planteado en el proyecto que se llamó «Demanda de la Ciudadanía», refiriéndose al juicio incoado por Claudia Delgadillo González, que fue la candidata de la coalición formada por los partidos Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el Partido del Trabajo (PT), el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y los institutos políticos locales hoy ya fenecidos, pero que en su momento conformaron esta alianza: «Hagamos» y «Futuro». En el esquema inicialmente planteado en el proyecto, que de forma inusual se hizo público, se establecía el desechamiento de la demanda al considerarla improcedente, en razón de existir un problema de legalidad para ello, consistente en que no se realizó una tarea previa “sine qua non”, que era haberse presentado el juicio primeramente ante la autoridad local, es decir, el Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado de Jalisco.

En ese mismo proyecto, el magistrado analizó el desglose de los planteamientos esgrimidos por la representación legal del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, que acusaba presunta intervención de servidores públicos, inequidad en medios basada en estereotipos de género y omisiones del tribunal local.

Los argumentos fueron rechazados por inoperantes, es decir, por no ser procedente su aplicación al no haber sido debidamente esgrimidos y/o carecer de la aprobación consolidatoria correspondiente.

De tal manera que en el proyecto se dirimía el confirmar la sentencia del tribunal local jalisciense y ratificar como gobernador electo, ya sin ningún tipo de impugnación, a Jesús Pablo Lemus Navarro, que fue postulado al cargo de gobernador de Jalisco para el sexenio 2024-2030 por el Partido Movimiento Ciudadano.

Sin embargo, como se dio cuenta en la sesión de la citada Sala Superior del Tribunal Comicial Nacional, hubo innovación del proyecto por parte del ponente al haber admitido a estudio, aún pese a no haber cumplido el paso previo, la demanda de Claudia Delgadillo González, para dejar de lado cualquier atisbo de posible barrunto de ilegalidad o de lesión a sus derechos. No obstante, al entrar a analizar el recurso, lo declaró inoperante, igualmente por la flaqueza de los argumentos y la incapacidad para probar sus dichos o señalamientos; concretamente, sus argumentaciones resultaron infundadas, ineficaces o irrelevantes, sin menoscabo de que no se presentaron los elementos suficientes para acreditar las presuntas irregularidades.

Al estudiar el asunto derivado de la demanda del partido político en contra de la elección de Pablo Lemus, de igual manera se consolidaron los términos del proyecto previo publicado, y se emitió una sentencia que fue aprobada por unanimidad, consolidando la victoria de Lemus Navarro.

Así las cosas, quedaron ya atrás las argumentaciones, las pretensiones que desde siempre se supo o se advirtieron fuera de orden, sin relevancia y que, como se dijo en un escrito que me permití presentar ante los integrantes de la sala superior del citado Tribunal Electoral Federal, el recurso era solamente para dilatar y para pretender obtener en tribunales una victoria que los jaliscienses le negaron en las urnas el 2 de junio.

De ahí que no fue suficiente el “pataleo” de la candidata y de quien dirigía a ese partido a nivel nacional, Mario Delgado, dado que finalmente toparon con la reciedumbre de los magistrados.

Seguramente de algo sirvió la presión de la ciudadanía, que se unió para defender el triunfo de Lemus y lo hizo patente al salir a participar en una marcha multitudinaria convocada por organizaciones civiles que se realizó el domingo 22 de septiembre en el centro histórico de Guadalajara.

Sin duda, una resolución clara y contundente. Hay que decir que despertó, aun después de aprobada, los subsecuentes comentarios agrestes de radicales de afinidad ideológica del morenismo. Pero también habrá que reconocer que en un texto, aunque de manera poco contundente, pero de alguna forma con el tenor que es útil, la ex candidata Delgadillo González señala que, si bien es cierto que no comparte el veredicto, lo respeta y lo acata, y da a entender que buscará el diálogo con Lemus Navarro.

Sobre el futuro de la ahora ex candidata, solamente los liderazgos nacionales de Morena, como la actual dirigencia de ese partido a cargo de la ahora más famosa todavía, Luisa María Alcalde, y la presidenta Claudia Sheinbaum, determinarán si quieren aún participar de alguna manera en generarle una suerte de posible futuro político para seguir trabajando fuera del entorno jalisciense en el ámbito federal.

Lo que queda a Morena es asimilar la derrota, aceptar que esto se debió, como bien lo dijo en su proyecto el magistrado, al voto definido de la población jalisciense, que votó diferenciado, votó definido y decidió a favor de Pablo Lemus y no, mayoritariamente, como se pretendía, dándole el voto a Claudia Delgadillo. Imperó, en contra de su pretensión, una campaña poco contundente en el marco de una muy desarticulada estructura de su partido, con escasa integración de todos los partidos de esa coalición para operar hacia un solo lado y con fuerza, y con los errores que ya se sabe se cometieron tanto por su equipo de operación electoral o de promoción del voto y de imagen, como por ella misma, por excesos y por situaciones que calaron en la sociedad jalisciense, mostrándola como una candidata con menor capacidad de hacer un buen papel, en razón de ciertos escándalos que se suscitaron durante la campaña. Por otro lado, la sociedad consideró que la mejor opción era la que presentaba Pablo Lemus, alguien que venía de gobernar en dos ocasiones Zapopan y en una Guadalajara, y sobre todo con una connotación interesante, apoyado por la sociedad civil.

Lo que sigue ahora es la construcción final de un programa y un plan de gobierno que sea adecuado, la reconciliación en lo posible, el generar la unidad que requiere Jalisco, y que el gobernador electo, que tomará posesión el 6 de diciembre, tenga altura de miras, tenga la capacidad para generar alianzas estratégicas, provocar cohesión sociopolítica y la cooperación de muchas fuerzas políticas y, sobre todo, sociales al proyecto que se llama Jalisco, nuestra tierra, a la que queremos ver seguir creciendo y caminando por la mejor ruta hacia su mayor grandeza.

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