Errores en los conjuntos habitacionales
El grupo INMoBILIARE organizó, aquí en Guadalajara, el primer evento anual llamado Real Estate Business Summit, que se llevó a cabo en el Hotel Hyatt en el desarrollo Andares.
Uno de los puntos más importantes a tratar actualmente para nuestra ciudad es “el crecimiento vertical de las ciudades”. Como ustedes se han dado cuenta, en Guadalajara hay un boom de desarrollos inmobiliarios verticales, tanto de apartamentos como proyectos de uso mixto y de oficinas, lo cual no teniendo en la metrópoli un efectivo y visionario diseño de vialidad, provocará mayores problemas de los que ya existen en movilidad urbana.
Tenemos la esperanza de que cuando el funcionamiento del Tren Ligero sea efectivo, aunque haya sido un error el haberlo hecho elevado por el inepto Gerardo Ruiz Esparza que ni siquiera es ingeniero, sino abogado, y nunca investigó ni se dio cuenta de la bondad del subsuelo de Guadalajara que podría haber sido mucho más económico y no hubiera causado agresión a la imagen urbana de nuestra perla tapatía, disminuyan los atascos y los problemas de movilidad, siempre que la cultura de los habitantes acepte, como debe ser, el uso del metro.
Tocando el tema de los conjuntos habitacionales que con grandes errores se han realizado en las afueras de la metrópoli y que materialmente expulsan a los habitantes de menos recursos, provocándoles una vida con un ambiente negativo e incompleto, dichos errores han sido cometidos por los desarrolladores y diseñadores de esos conjuntos habitacionales de casas populares, por los municipios y por supuesto el Infonavit que se quedó a medias en su deber de apoyar y llevar a cabo proyectos que realmente beneficien a los habitantes.
Los conjuntos desarrollados son simplemente una multitud horizontal de casas y de tinacos visibles, sin la infraestructura indispensable para un conjunto de 500 viviendas que realmente es un poblado y no se debe permitir que se realice si no está completo, con todos sus servicios y comunicaciones con la capital. La prueba es la cantidad de inmuebles vacíos que han dejado los usuarios.
Es una obligación y un compromiso social de los desarrolladores, de las autoridades y del Infonavit el que se realicen en una forma integral y completa, además con apoyo financiero del Gobierno a quienes adquieran la vivienda, que podría ser un financiamiento por 50% y que el otro 50% quede en posesión del Gobierno o del Infonavit, que se vaya liberando poco a poco y al final sea propiedad del usuario; pero esos conjuntos habitacionales deben tener el criterio de un poblado, contar con su centro urbano, un templo, una plaza, parques, servicios, seguridad, escuelas, para constituir realmente un apoyo social a la vida familiar. Actualmente es imposible que los que tienen menos puedan adquirir una vivienda digna en la ciudad.
Se anunció que se iba a hacer un plan de revitalización de la ciudad, construyendo grupos habitacionales apropiados, con todos los servicios, con el fin de que los usuarios no tengan que irse lejos. Es muy importante preparar y realizar un diseño metropolitano de vialidad adecuado.
Esperemos que tanto desarrolladores como autoridades y el Infonavit, sientan la obligación social y la necesidad de apoyar los proyectos para provocar una vida justa y completa y no expulsar de la metrópoli a los que tienen menos.