Ideas

Entre querer y poder

Cuando quieres, es importante saber que también puedes, que no sólo se queda en la sensación de que deseas algo, sino que estás dispuesto a conseguirlo, porque bien puedes. La relación entre el querer y el poder, es de una franca hermandad y sutil solidaridad, debido a que una requiere de la otra, están esposadas por su destino. El éxito de este enlace, descansa en la claridad de identificar, con genuino realismo, que cuando quieres conseguir algo que te interesa, debes saber que está en tus manos el poder obtenerlo, a base de un esfuerzo. Que los logros son mérito propio y consecuencia de que estás decidido a conseguirlo.

Si quieres algo, tienes que poder. Y si puedes hacerlo, haz de quererlo. Los fracasos de muchas personas, se derivan de la ruptura entre el querer y el poder, porque cuando quieren no creen que pueden, y cuando pueden no se animan a intentarlo. La fuerza del querer algo que te interesa mucho, debe de llevar a cuestas la mochila del poder hacerlo. Como el excursionista que quiere llegar a la cúspide de la montaña. Lleva en ella, todo lo que necesita para acompañar sus pasos. El esfuerzo es persistente y decidido. En su pensamiento está muy claro el objetivo, llegar a lo más alto, seguro de poner todo su esfuerzo para alcanzarlo, sabiendo que tiene todos los recursos a su disposición para ver coronado su propósito.

Saber lo que quieres es determinante, para darle el rumbo a tus pasos, pero sin estar convencido a plenitud de que sí puedes, no lo vas a lograr. El poder que tienes apoya tu querer, y este último invoca el poder que necesitas para alcanzar tu objetivo. Amarra muy bien el trillado concepto del “querer, es poder” es muy cierto y muy contundente su resultado. Los grandes triunfos se obtienen con esta sencilla fórmula. Solo falta que la practiques con los pies bien puestos sobre la tierra. Ningún alpinista se propone escalar una montaña que no conoce y no ve. Apunta muy bien su propósito y se empeña, paso a paso, caminando hasta llegar a conquistar lo que antes fue su querer, y acabó pudiendo.

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