Enrique Alfaro y su péndulo AMLO-Padilla
Los encontronazos que protagonizaron los ex aliados políticos Enrique Alfaro, hoy candidato puntero a la gubernatura de Jalisco por el Partido Movimiento Ciudadano (MC), y Andrés Manuel López Obrador, candidato puntero a la Presidencia de la República por la coalición Juntos Haremos Historia, que forman los partidos Morena-PT-PES, en la gira que realizó el tabasqueño en los últimos días por Jalisco, hacen ver muy lejos aquellos días de enero de 2012 cuando AMLO optó por el entonces alcalde con licencia de Tlajomulco y despreció al Grupo UdeG, que lidera el ex rector Raúl Padilla López.
Como se recordará, Alfaro llegó a Tlajomulco en 2010 postulado por el PRD, dominado por el Grupo UdeG, y semanas después rompió con su líder al declarar a su municipio libre del “padillismo”. La tensión entre los entonces conocidos como los Tlajomulco Boys y el Grupo UdeG se mantuvo todo el trienio y llegó a su punto crítico al momento de definir la candidatura a la gubernatura del PRD, partido por el que también fue postulado a la presidencia hace seis años AMLO. Aunque claramente alejados, para el perredismo local que dirigía Roberto López era claro que no tenían mejor carta que volver a postular a Alfaro, pero nunca pudieron llegar a un buen acuerdo en cuanto a posiciones con él, que atravesaba por un gran momento político. Rompieron negociaciones y los alfaristas amagaron ir solos por el PT y Movimiento Ciudadano. El entonces líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, intentó mediar para postular a Alfaro por su partido pese a las diferencias con el padillismo, mientras que López Obrador, ya con la candidatura presidencial perredista en la bolsa, les mandó decir a través de Ricardo Monreal que si no había arreglo entre el PRD Jalisco y el equipo de Alfaro, AMLO respaldaría y haría campaña con el mejor posicionado, aún si eso implicaba desconocer al candidato local del sol azteca. Así sucedió. López Obrador apoyó a Alfaro y no al ex panista Fernando Garza que postuló de última hora el PRD, y que el padillismo dejó solo para apoyar a Aristóteles Sandoval, que terminó ganando la elección.
Alfaro y AMLO labraron un relación que se empezó a debilitar hasta desaparecer luego de la elección del 2012, ya que para el entonces candidato presidencial perredista perdedor, Alfaro más que apoyarlo a él, indujo el voto a favor por la panista Josefina Vázquez Mota, por lo cerca que estuvo de su candidatura el Gobierno saliente del panista Emilio González Márquez.
Esa factura la siguió reclamando “ya saben quién” a Alfaro el sábado en Tlajomulco, la mismísima cuna de su movimiento político. Mientras, Alfaro ratificó ayer aquí en Guadalajara, junto con su otra vez aliado Raúl Padilla, su apoyo al candidato presidencial panista, perredista y emecista, Ricardo Anaya. Habrá que ver si ese péndulo alfarista toca algún día otra vez el polo pejista.
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